Como a cualquier humano al que aún le funcione ese órgano llamado alma, me dejó impactado saber que a Rosa Luxemburgo la habían asesinado. Escuché su nombre de un guerrillero famoso, también lo leí en las listas de escritoras políticas de todos los tiempos pero fue una semblanza de Eduardo Galeano el puente que me conectó a su obra. Parecía insólito que sólo por pararse y hablar en público, fuerzas armadas la hubieran acallado arrastrándola del cabello, doblándola de un culatazo y disparándole e