MANIFIESTO
PARA UN MUNDO MEJOR
PROYECTO EDUCATIVO
CAPACITACIÓN BASICA
PARTE I
INTRODUCCION
Hasta hace sólo 10 años, acá en el hemisferio occidental del planeta, locación geográfica mundial en la cual se sitúa nuestro territorio nacional, prevalecían conductas y comportamientos individuales y generales, fundamentados en principios, dogmas, regímenes, leyes, teorías e hipótesis sociales, políticos, económicos, religiosos, tecnológicos y científicos que se consideraban inamovibles, infalibles, fundamentados a su vez en interpretaciones, equivalencias, tradiciones, traducciones, esfuerzos, sacrificios, transferidos históricamente a través de los siglos y en algunos casos hasta milenios, simplemente imitándose, copiándose, adaptándolas generación tras generación como únicas válidas, acertadas, justas y verdaderas realidades y nadie se atrevía a tocarlas, revaluarlas o alterarlas.
Hoy, yá muchas desaparecieron derrumbadas por la inconsistencia de sus propios enunciados, sus falsos fundamentos, bases engañosas, alevosas, conduccionistas, alienantes, limitantes, etc. de aberraciones en sus contenidos, otras fueron cambiadas, corregidas, revaluadas y ajustadas según las incidencias que provocaban y otras fueron simplemente desplazadas hacia distintas esferas intelectuales o sociales, según el caso.
Todo esto era generado porque permanentemente venían surgiendo los resultados de nuevas y más precisas investigaciones científicas afines y también según como el comportamiento y la conducta de conglomerados sociales, de índices impostergables de reestructuración de alarmantes desproporciones, plasmaban necesidades de cambio, unos más apremiantes que otros.
Los sociólogos, psicólogos, psiquiatras, politólogos, políticos, economistas, religiosos y muchos otros profesionales de las diferentes ramas del SABER y el CONOCIMIENTO eran cuestionados por los gobiernos, se reunían en todas partes, en cada región, buscando afanosamente respuestas acertadas para solucionar y remediar cada situación específica. Llovieron hipótesis, fórmulas, métodos y opiniones, ninguna se despreciaba por paradójica y utópica que pareciera. Todas y cada una eran aplicadas y evaluadas sistemáticamente en laboratorios bajo sofisticadas unidades de control o llevadas directamente al campo de la actividad humana incidente, individual o grupalmente considerado allí y analizado in situ.
Ello evidentemente arrojó nuevos resultados, nuevas valoraciones que cada vez más profunda, directa y evidentemente relievaban las fallas estructurales vivenciadas hasta entonces como inderrocables.
A cada instante se reajustaban, reorientaban y reestructuraban teorías, principios, leyes, dogmas y fundamentos que resultaron ser obsoletos.
Mucha, muchísima información nueva, de reconocida valía y aceptación científica, hoy apenas está siendo codificada y ubicada, debido a su complejidad misma, de insertar en las anquilosadas valoraciones desafortunadas de hoy. Otras, también demasiadas, están esperando en una inextinguible fila para que las tengan en cuenta y sean aceptadas en la presente escala de valores. Y todo este esfuerzo, será en vano, si no son aprovechadas aquellas informaciones, que nunca pasarán, por demostrarse su exactitud científica, física, matemática, biológica y precisión teológica, por ser directamente incidentes sobre la naturaleza vital misma de la especie, que se considera superior a sí misma, dentro de la biosfera planetaria. Además porque es de nobleza humana reconocer sus propios errores. Si hemos cometido errores, solo reconociendo otros caminos, otras soluciones, podemos distinguir el pasado, como errado, por analogía, comparación, claro discernimiento intuitivo o analítico. El mayor error sería, el no decidir con cuál quedarnos, con los errores vivenciados, hoy insufribles, o las nuevas perspectivas.Verdaderos cambios.
Todavía mayor sería nuestro crimen, si por intereses egotélicos o de cualquier otra indole, teniendo ya identificados los errores, hiciéramos que nuestros hijos también las vivenciaran.
Creemos que la vida de ellos, merece una mayor consideración. La paz, la tranquilidad, la salud, la dicha, la felicidad, el amor, la sana existencia, cívica, ética, estética y moral, con sus congéneres no tienen, ni deben tener, ninguna clase de limitaciones. Además de ser, el derecho de coexistir con la naturaleza y velar por la preservación y conservación de la vida misma, el principal derecho de todo ser humano. Cualquier sacrificio es poco, cuando de nuestro hijos se trata. Acaso no es hacia ellos a quienes debería estar reflejada y manifiesta toda acción presente? No podemos seguir ciegos! No debemos, los padres responsables de la vida de nuestros hijos, actuar despreciando la entrega del SABER y el CONOCIMIENTO actualizado y confirmado, acerca del conocimiento de sí mismo, que les pueda asegurar una existencia más estable, más acorde con su naturaleza vital, que satisfaga de una vez por todas a todos nuestros hijos, así como a las futuras generaciones, acerca de la identificación, la comprensión y la valoración del ser sobre sí mismo. La incesante búsqueda a la cual desde milenios hemos estado sometidos. Qué busca el hombre instintivamente? Busca afianzar los tres instintos más poderosos que lo mueven a la acción. 1º- El instinto de Supervivencia: preservar y conservar no solo la vida individual sino de la especie misma (hoy en verdadero peligro); 2º- El instinto Gregario, impulsándolo hacia una inevitable sensibilidad social, de participación y de integración comunitaria (a punto de extinguirse, gracias a la presión impuesta por el trabajo, dentro del sistema capitalista); 3º- El instintivo impulso teológico, reconociendo que todo lo creado pertenece Al Todo. Hoy planteado por la física cuántica como la Ley de la Inseparabilidad, confirmando que estamos por nuestra naturaleza existencial misma, integrados a un Todo Absoluto, Omnipresente, Creador, Infinito, Incorruptible, Inmutable, Indivisible, Inalterable, Puro, Tranquilo, Sereno, Santo, Origen de todas las cosas, Unico, Primero y Ultimo No creado, Indescriptible, Inconceptuable, Irregistrable, Impalpable, pero que impregna todo con su Divina Presencia, Omnisapiente, Supremo, Total, Omnipotente, Inconcebible, Inalcanzable, Eterno, Inmaculado, Innombrable, toda vez que no hay concepto idiomático que lo limite (hoy algunos pretenden haberlo encontrado(¿?), descubierto(¿?) bautizándolo Energía Oscura dentro de la inmensidad de la materia oscura 96% del Multiverso pluridimensional). EL Aquel, Padre y Señor Monovalente. El que está por sobre todas las cosas. Incomprensible. No hay nada que pueda estar fuera de su Ley Única, Eterna. Imposible de alcanzar con la imaginación, pues ello lo limitaría. Es más, mucho más que eso, no hay como designarlo, pues ello lo limitaría. Tampoco es que “Sea” así como aquí señalamos sino algo mucho más grande algo inexplicable toda vez que no se puede limitar. Alfa y Omega, Dios, Alâ, Yahvé, Jehovä, son palabras que se quedan muy cortas para tratar de abarcar lo Inabarcable de su majestuosidad. Eterno e Innato toda vez que nunca tuvo principio, no fue creado. ES, FUE Y SERA, y jamás tendrá fin su inagotable Fuente Creadora, llámese este el Árbol de la Vida, ”colocado” en el Centro del Edén, el Árbol de la Sabiduría, la Fuente en la mitad del Paraíso, la Boca que Emite el Verbo Creador, la Matriz de todo lo Creado, la Fuente de la Vida Eterna, etc. Todas se quedan cortas y escasas para identificar así sea una partecita de su Inidentificabilidad. “Está” aquí ahora, “estuvo” desde los principios de la creación y seguirá allí, aquí y en todas partes eternamente. Así denominemos “Su Omnipresencia Divina” como la “Santa Alianza” o la “Bendición Divina”, o con que establezcamos ingeniosos ritos, liturgias, dogmas, templos, iglesias, filosofías o doctrinas, sistemas de vivir, con ello no alteraremos en nada su Serena y Omnipresente Inmutabilidad, ni enalteceremos más su Misericordiosa Bondad, ni conmoveremos su Justa Ley, pues ella es igual en todos los confines del universo y jamás podrá el hombre con sus actos alterar la Inconmovible Justicia Divina. Ya es hora que despejemos los dualismos y las contradictorias ambivalencias con que pretenden conquistarnos las religiones o cualquier invento humano, para distraer nuestra atención sobre el conocimiento de nosotros mismos, ya que conociéndonos conoceremos nuestro creador. Como el microcosmos así es el macrocosmos!
Sentados estos principios acerca de los instintos innatos, que otorgan al hombre no sólo variadísimos atributos, sino que sostienen en la mayoría de las veces la razón de su propia existencia, induciéndolo a la generación de culturas, civilizaciones, estructuras sociales, políticas, económicas o religiosas, todas ajustadas a la capacidad de ingenio y creatividad de cada conglomerado en particular, más orientado, como en la actualidad se intenta, hacia una integración mundial, se requiere indiscutiblemente reconocer los dones y virtudes naturales de la Vida humana.
Para ello, tenemos que participar desde ya, aquellos padres que queremos para nuestros hijos un Mundo Mejor.
Algunas de las mayores riquezas que les podemos legar son el SABER y el CONOCIMIENTO Universales, Holísticos, sobre sí mismos, sobre su naturaleza energética vital, que están “esperando angustiosas e impacientes” con la Ciencia PSICOBIOENERGICA, en la fila del reconocimiento universal, su oportunidad de servir a tan noble causa. Además si esa información les permite conocerse, comprenderse y valorarse desde un ángulo diferente al que hasta hoy inserviblemente se ha estado transfiriendo, anotamos inservible pues las vivencias actuales del mundo convulsionado son la mejor demostración de ello. Creemos que con la Ciencia PSICOBIOENERGETICA ha llegado el momento inevitable, de actuar por y en beneficio de ellos y de futuras y mejores generaciones y culturas.
Lo más maravilloso que tiene el ser humano, su más valioso y preciado tesoro, su única realidad, su “RIQUEZA ABSOLUTA” es SU PROPIA VIDA. Su prioritario e inalienable derecho es a la VIDA, a existir, a SER y a VIVIR EN PAZ.
La carta Universalmente conocida como los Derechos Humanos, la sitúa como primera y fundamental, ante todos los demás derechos. Pero qué conocimiento y qué concepto tiene el hombre, el ciudadano común y corriente, acerca de la Vida? Se pueden conjugar tres grandes respuestas ideologícas o conceptuales:
Los primeros entienden como Vida, una existencia, un acontecimiento “Milagroso” proveniente del Creador Supremo y Misericordioso, Maravilloso don otorgado a los hombres mientras permanezcan en Su Ley acá en la tierra y así como El se las “dio” El también se las “quitará” y llaman Vida su existencia mientras pueda manifestarse físicamente en la tierra, después, al ser “llamados” por el Padre Celestial, adviene la muerte y la extinción de la vida terrenal. Desaparece la voluntad y la conciencia y... nadie tiene una respuesta sobre lo que vendrá!
Los segundos, creyéndose más académicos e intelectuales, creen indistintamente, dos conceptos antagónicos. I-) Que..”La vida es un fenómeno biológico que se ha venido conformando evolutivamente a lo largo de aproximadamente entre 3 mil y 4,5 mil millones de años hasta manifestar su máxima expresión actual, la vida del hombre moderno que se extingue con la “muerte””. Llaman vida al corto, cortísimo lapso mientras transcurren dentro de un espacio y por un tiempo determinado, ajustado tanto a una cultura como a una civilización circunstancial. Pero también consideran II-) A la Vida como un don Divino, inducidos directa, consciente o inconscientemente por su instinto teológico y nunca se definen hacia lo uno ni lo otro, en una permanente contradicción que pretenden resolver enunciando que categóricamente ellos tienen la razón, pues la ciencia humana no puede despejar los misterios de la vida y aquellos pertenecen a los “Misterios Divinos” inescrutables por el intelecto hombre.
Los terceros indiferentes ante las doctrinas de uno y otro bando creen cumplir una función vital ajustándose a los parámetros paradigmáticos preestablecidos por la comunidad dentro de la cual subsisten. Tratando de “conservar” la vida, “sacarle” el máximo provecho mientras se la tiene. Tratando de “orientar” su existencia hacia “ideales” preestablecidos por la misma cultura del momento, como únicas posibilidades de manifestación humana eligiendo de entre esos mismos, según sus preferencias, deseos, anhelos y ambiciones, las metas, objetivos y propósitos, pretendiendo así de esa manera, lograr ser felices, amar, realizarse, convivir en paz, etc,
Pero también existen muchas, muchísimas otras formas de ver, entender, interpretar, comprender, valorar, identificar, aplicar y conceptualizar la Vida, la gran mayoría, resulta de la combinación compleja o simple de las tres referenciadas, con un sobresaliente defecto en todas y es que todas sin exclusión confunden VIDA con vivir, es decir truecan a la Vida misma y propia del ser, su naturaleza energética vital, su Alma, con su devenir vital, su manera de manifestarse, su vivenciar la Vida, están desorientados frente a los dos conceptos muy diferentes y definidos ambos. Doctrinas, filosofías, religiones y ciencias se han instituido y derrumbado en la búsqueda del esclarecimiento de los misterios de la Vida, de sus orígenes, de su procedencia, de su destino, de sus potenciales, de sus motivos.
Mirando a nuestro alrededor y observando el tremendo caos actual de situaciones (enfermedades, miserias, guerras, terrorismo, delincuencia, corrupciones, etc.), de sentimientos (odios, sufrimientos, desdichas, envidias, celos, venganzas, des-gracias, perversiones, etc.), y de acontecimientos (destrucciones, exterminios, aniquilamientos sobre todo en y de equilibrios naturales como el ecológico, pero también en muchas otras áreas y magnitudes como el étnico, el cultural, psicológico colectivo e individual, etc.). Viendo y vivenciado hoy todo esto, hemos resuelto implorar la atención de todos aquellos que se sientan capaces de participar en un CAMBIO, en un decisivo viraje indispensable para evitar que nuestros hijos sigan vivenciando las mismas atrocidades indignas de seres que se consideran a sí mismos como superiores.
Hoy contamos no solo con el estímulo de la necesidad, sino con las herramientas e instrumentos científicos y la tecnología, apropiados para no extraviarlos, coadyuvándolos en su proceso de crecimiento y desarrollo personal y son precisamente, las nuevas leyes y teorías matemáticas y biológicas, las que nos lo facilitan y otorgan. El compendio más destacado entre todas es la Ciencia PSICOBIOENERGÉTICA.
Tenemos también que crear unas nuevas leyes sociales, culturales, jurídicas, éticas, cívicas y morales e impartirlas antes que la devastación total en todos los niveles de la Vida se extienda sobre el planeta y se dé lugar al más absurdo de nuestros actos, la autodestrucción.
NUESTRO DEBER EL CAMBIO
Hace poco tiempo en Cartagena se reunieron de todas partes, personajes destacados que concluyeron: “...que el principal cambio debía darse en la educación”. Estamos de acuerdo con ellos y creemos en ello, todos los padres conscientes de legar a nuestros hijos un Mundo Mejor, qué es en la educación donde debemos afincar nuestros esfuerzos! Pero, sobre qué educarles? Qué conocimientos debemos transferirles? Indudablemente no los mimos que demostraron hasta hoy ser obsoletos! No dilapidemos tiempo ni escatimemos recursos. Ofrezcamoles el Cambio! Hagámoslo! Demostremos los colombianos, como ha ocurrido en épocas pretéritas, que podemos seguir siendo pioneros, que tenemos coraje y que no hemos perdido aún nuestro humanismo, por muchos epítetos denigrantes e indignos que nos endilguen mundialmente, aquí estamos íntegros, valerosos, decididos a triunfar nuevamente, por muy oscura y espesa que parezca la selva, tenemos que crear el camino. Abramos pues la trocha con tenacidad y arrojo, hacia un futuro mejor, por el Amor a la Vida y a nuestros hijos. Brindémosles desde ahora el SABER y el CONOCIMIENTO, necesarios para que no vuelvan a extraviarse y construyan su propia autopista hacia la Vida, la Riqueza, la Salud, el Triunfo y la Felicidad, el Amor, la Paz y la Libertad inextinguibles e inalienables a que tienen derecho. Enseñémosles desde ya a cooperar a solidarizarse a compartir, participar y disfrutar de un Mundo Mejor orientando la educación hacia el conocimiento sobre sí mismo, sobre su vida, su naturaleza energética vital misma. Permitámosles identificar, comprender y valorar la Vida desde ámbitos distintos a los que hasta ahora han demostrado ser insuficientes para conducirnos hacia el AMOR y la PAZ personal y colectiva, compartiendo la Vida con toda la naturaleza vital del planeta, enseñémosles el sendero de la Ciencia PSICOBIOENERGÉTICA.
ENFOQUE CIENTIFICO DE LA VIDA
La Vida, científica y sistemáticamente desmenuzada, ha resultado ser una estructura conjugada por diferentes manifestaciones energéticas de complejísimas, interrelaciones espectrales, que al amalgamarse se expresa con autonomía plena y diversos niveles de conciencia propia, generada por su naturaleza biológica y esencia trina misma. Dicha naturaleza vital se manifiesta en dos campos de la física universal, el sólido, denso, visible, y el energético, sutil e invisible. La primera se denomina el cuerpo físico o sólido y solo hacia ello hemos hasta ahora prestado y orientado nuestro saber y conocimiento. Hemos establecido y anclado allí las fronteras de la biología y hemos establecido áreas como la biofísica, la bioquímica, la física biológica, la química biológica pero sin salirnos de moldes y esquemas preestablecidos y no nos hemos atrevido a escudriñar el extenso horizonte del mundo invisible.
Hasta hace solo 50 años, el ámbito del SABER y el CONOCIMIENTO acerca de la segunda naturaleza vital humana, apenas era muy someramente reconocida en occidente a pesar de que en los tratados médicos de Hipólito, Hipócrates y otros ya se hablaba de tejidos y plexos, y sus referencias nada tenían que ver con los tejidos y órganos físicos, sólidos, sino con las estructuras bioenergéticas, las majestuosas vestiduras del Alma.
Los romanos establecieron su imperio material despreciando estos antiquísimos y valiosísimos conocimientos, sobre todo, en lo que a la naturaleza invisible energética se refiere. Los griegos la llamaban Psiquis, los latinos Alma, pero al ser insertados en el lenguaje popular se alteró su interpretación. Hoy en la interpretación científica acerca de la Naturaleza Vital Humana (N. V. H.) se le ha dado diferentes nombres: Bioplasma, Bioelectroplasma, Bioenergía, Biocampo o Bioesfera humana, Espectro Biológico Humano, Campo Energético Vital y otros, ajustándose cada uno a convencionalismos locales y prepotenciales de los diferentes estamentos científicos. Lo cierto es que se está desempolvando con ello antiquísimos conocimientos acerca de la Energía Vital Humana (E. V. H.). Los chinos lo conocían 9.000 años atrás y estructuraron toda una cultura médica y social, basada en sus conocimientos, hoy envidiados por la mayoría de galenos y políticos occidentales. Pero abandonemos la tragicomedia de la situación cultural que vivenciamos y en la cual nos estamos ahogando, enfoquemos el esfuerzo hacia esta nueva y gran posibilidad de no perecer, que nos brinda la Ciencia Psicobioenergética
LA CIENCIA PSICO-BIOENERGETICA
La energía y con ella las sensaciones (impresiones, percepciones, percusiones, resonancias, etc.) que generan reacciones (movimientos, formas, actitudes, etc.) se distribuyen y actúan fundamentalmente sobre los cuerpos bioenergéticos; Los siete centros energéticos, plexos o chacras; Los doce grandes meridianos, o caudales; Los cinco estados de conciencia afectando simultáneamente también los órganos físicos es decir los cuerpos sólidos o somáticos.
Sin pretender aquí plasmar las ilímitables fronteras de la Ciencia Psico-bioenergética muy someramente signaremos solo aquellos enfoques que lleven a los participantes a comprender las bondades, la inalienabilidad, la universalidad de los tratados mismos que de ella puedan nacer y la inminente necesidad y derecho humano de conocer, comprender y valorar la Vida misma, como su único patrimonio innato y su más preciado tesoro, su Vida. De la cual nos da hoy la Ciencia Psico-bioenergética un concepto holístico invaluable.
Usaremos las mismas acepciones de la física, las matemáticas, la química, la biología, y si es del caso, de la teología universal y si incluimos esta última es con el fin de que de una vez por todas el hombre y los que ésta lean, comprendan que solamente conciliando las religiones y las ciencias podremos sacar la civilización de todo este atolladero. Creemos muy humildemente haber encontrado la senda que pueda conciliarlos. No pretendemos haber encontrado ni descubierto nada nuevo, a excepción de que, lo que veníamos conceptualizando en nuestra cotidianidad cultural, estaba equivocado y lleno de errores y debemos cambiarlo.
Es decir, lo único que descubrimos al investigar sobre la naturaleza vital humana es que estábamos equivocados en muchos, muchísimos aspectos, en relación con el conocimiento acerca de nosotros mismos y planteamos con la Ciencia Psicobioenergética el medio, la forma de corregirlo y de reorientar todo aquello, que tenga valor y trascendencia para la Vida, como un único contexto bioenergético natural de la existencia misma, para la integración social armónica y pacifica de todos los seres humanos (sensibilidad social) y la comprensión universal de la Vida misma como unidad con el Todo.
La energía decíamos, y con ella las sensaciones que generan reacciones, se distribuyen y actúan sobre los cuerpos bioenergéticos, afectando los químicos, fundamentalmente los inherentes a los grandes centros o plexos, caudales, estados de conciencia, etc.
El cuerpo humano, su naturaleza orgánica física, es la parte visible y tangible que se asienta sobre la estructura orgánica bioenergética que es el verdadero ser y sentir del hombre, su Alma. El Alma es el recipiente que contiene y a la vez determina el ser. Lo llamemos como lo llamen: Campo Energético Vital (C. E. V.), Campo de Vida (C. V.) o (L. F. Life Field), Biocampo Humano (H. B.), Biosfera Individual (B. E. I.), Espacio Energético Vital (E. E. V.), Espacio Bioenergético Humano (E. BE. H.) (H. BE. S), etc., acepciones todas nuevas para designar a algo tan antiguo como el Alma humana, no cambiará ello su naturaleza.. La gran obra del Creador. A imagen y semejanza de sí mismo. El microuniverso igual al macrouniverso. Todo es uno. Partiendo de esto último solo reafirmaremos esta verdad eterna: Materia y Energía son una misma cosa. Tanto la una como la otra podrían siempre manifestarse en estos tres estados: Sólido (físico, denso, pulsante, visible, etc.) Fluídico (líquido, dinámico, plástico, plásmico, etc.) Invisible (gaseoso, sutil, hiperactivo, inconsistente, etc.). Es decir, si algo creado, cualquier cosa creada, se designa bajo el término de Materia, que en sí misma es sólida, líquida o gaseosa, la Energía es una Materia invisible, pero Materia al fin y al cabo, pues es una cosa creada. Así mismo, si se designan las cosas como Energía, la Materia será una manifestación sólida, de altísima vibración de la Energía misma. Hoy la física misma no hace distinciones ambivalentes y designa las cosas así: ó todo es Energía ó todo es Materia. No hay las dos cosas. Todo es uno. Sintetizando llegamos pues nuevamente a los resúmenes filosóficos de todos los tiempos: “TODO es uno”.
Como el hombre, en los últimos tiempos, ha dedicado suficiente tiempo a su naturaleza sólida, cuerpo físico, es tiempo de que entre a conocer su naturaleza invisible, pues a ella, pertenece la Vida misma, el Alma, la Psiquis. La energía, apuntamos y con ella las sensaciones (impresiones, percepciones, percusiones, resonancias, etc.) que generan reacciones (movimientos, formas, actitudes) se distribuyen, resuenan y actúan sobre los cuerpos bioenergéticos y somáticos, fundamentalmente por su efecto resonante y la reacción es análoga a la acción. Todos estos aspectos y los demás que aquí enunciaremos nos inducen a entender e interpretar al hombre, además de un ser biológicamente constituido por Materia sólida = Energía sólida, constituido biológicamente por Materia invisible = Energía espectral y como tal, sujeto a las leyes de la física natural, que rigen a su vez lo denso y lo sutil pues ambos son en el fondo vibración. Es decir verbo, modulación acción.
Así, el lenguaje de la física elemental, la música, la teología, la medicina y otras ciencias afines, permiten hoy abordar, el tema de la Vida, Psicobioenergéticamente considerado como la naturaleza vital del hombre y el psiquismo, con claridad y certeza únicas en la historia contemporánea.
Cada día como anotamos se corrigen concepciones antiguas, se replantean posiciones y se escudriña más en búsqueda de la verdad, este es el objeto de la ciencia misma. La búsqueda científica debe incluir la Vida misma del ser, su naturaleza vital con todos sus dones y virtudes, llámense estos psíquicos, psicotrónicos, bioenergéticos ó Psico-bioenergéticos ó biotrónicos, pero la prioridad actual para forjar un Mundo Mejor es innegable e inaplazable.
Pero para poder hablar de lo invisible debemos partir de lo visible. Empecemos por el DNA (siglas del ácido desoxirribonucleico), descubierto hace 46 años y que en aquel momento se creía la clave de la Vida. Cuatro años después el Doctor A. Kronberg determinó que la estructura del DNA, consigue una réplica de sí mismo: “Al dividirse atrae nuevas sustancias químicas de la célula que le rodea, produciendo un duplicado idéntico de la estructura original”. Veinte años más tarde se descubre el DNA combinado. En los primeros años estas palabras solo significaban algo para un puñado de biólogos moleculares. Alrededor de 150 biólogos de 17 países quienes reunidos durante tres días y medio, en febrero de 1975, en Asilomar California, consideraron su futuro y el futuro de la combinación y recombinación del ADN. La conferencia tenía un solo objetivo: fijar una serie de reglas de seguridad para regular la condición de la investigación del DNA combinado. No asistió a la conferencia ningún científico social, ningún filósofo, ecologista o teólogo. Tampoco se hallaban presentes los críticos científicos más representativos, ni representantes del grupo cuya seguridad se vería más afectada, los asistentes y los técnicos laboratoristas, gente del común. Sólo algunos periodistas, en su mayoría enviados por revistas científicas y mucho menos había un grupo representativo de las personas que supuestamente iban a ser indirectamente afectados, el público en general. Actualmente se ha convertido en una acalorada polémica social que parece destinada a eclipsar la preocupación pública respecto al SIDA, el terrorismo y la drogadicción.
Queremos que el debate que generemos con el presente Manifiesto para un Mundo Mejor (MMM), sobrepase con creces la atención que sobre el DNA combinado se ha puesto a nivel no solo nacional, sino mundialmente y sobre el tema se requerirá la participación de todos y es por el detalle con que el Dr. Kronberg describe la duplicación del DNA “...atrae hacia sí sustancias químicas de la célula que le rodea y ellas se ubican de acuerdo a la “estructura” del DNA original” en la que fundamentamos la urgente prioridad de empezar a educar para e l futuro a nuestra descendencia, en la CIENCIA PSICO-BIOENERGÉTICA.
El cuerpo psíquico o Alma o estructura Psico-bioenergética es hoy en occidente un objeto tabú. Sin embargo, resume nuestra personalidad total. Es la biología de nuestra individualidad. Generador por igual de odio o amor, de placer o dolor, alegría o tristeza, deseo y rechazo, temor y confianza y un sin fin de energías y corrientes opuestas, contradictorias y ambivalentes. Un fascinante y complejo sistema binario
El organismo biológico actuante primario, es bioenergético, pero con él el hombre se debate en una, hasta ahora, irresuelta dualidad. El cuerpo físico y el mismo cuerpo bioenergético es dual, bipolar, bilateral, simétrico, biohemisferial, izquierdo, pasivo, negativo, magnético, femenino y derecho, activo, positivo, eléctrico, masculino. Yin y Yang dijeron hace milenios los orientales. Los griegos nos transfirieron todos los fundamentos académicos, pero los romanos los desvirtuaron y despreciaron. Existen también dos formas de actuar la psíquica y la somática. El pensamiento es una acción psíquica o álmica que produce una manifestación, la expresión mental. Lo mental es el lenguaje de la psíquis, el Alma. Así como la expresión verbal es para el cuerpo físico su manifestación. Lo mental es para el cuerpo psíquico su manifestación. El pensamiento por el hecho de provenir de un organismo energéticamente bipolar se divide en categorías opuestas tales como positivo y negativo, arriba y abajo, adelante y atrás, adentro y afuera, bueno y malo, etc.
El niño a través de las impresiones sensoriales y del movimiento deliberado va estructurando de sí mismo su identidad corporal íntegra. En un principio la acción psíquica sobre el soma no es total. Así por ejemplo, vemos que un niño sentado en su cuna se inclina hacia adelante y luego cae hacia un lado. Cualquier observador desprevenido neófito en la materia solo prestará atención al movimiento somático y pasará totalmente desapercibida la acción bioenergética involucrada, que realmente sería como sigue: * “ El niño entra en contacto visual con los barrotes de la cuna, el niño tiene la intención de pararse, trata de extender su mano hacia ellos buscando apoyo para lograr pararse, pero solo logra, lo que el observador registra rz...“. Pero si todo aconteciera dentro de un campo electromagnético muy especial y además se registrara todo en una película de alta sensibilidad, como las hoy evolucionadas fotografias Kirlian, se confirmaría la verdadera intención del niño, por los infructuosos desplazamientos bioenergéticos constatables en la cinta. * “...el infante trata, pero todavía no puede, actuar con autonomía sobre su cuerpo denso, ya que solo logra derribarlo, recibe la primera sorpresiva y gran desilución de su vida”.
El niño a punta de errores, fallas y desilusiones, tendrá, deberá aprender a situar, enfocar su voluntad sobre su naturaleza somática, y evidentemente practica persistentemente, observando su propia mano, pies etc, cuando ya lo logra, tiempo y magnitud que varía demasiado de un individuo a otro, va aumentando su exploración psicoquinestésica personal, creando verdaderos actos reflejos condicionados. Después tratará de establecer, aumentar, su acción psicodinámica hacia, los seres, sus padres u objetos que le rodean, como todavía no sabe hablar, trata de llamar la atención y se queda mirándolos fijamente, emite sus deseos de la misma manera que lo aprendió a hacer consigo mismo, pero para gran sorpresa ve que no le da resultado, insiste, persiste, pero sus intentos son vanos, ante la “insensibilidad adquirida” por los adultos y los objetos que lo rodean, termina desconcertado. Como no entiende, por qué no logra, ni puede entablar comunicación, sufre su segundo “tropezón”, que definitivamente lo hace caer en el interminable abismo de la ineptitud, el temor, la incertidumbre, la dependencia, la enfermedad, el sufrimiento, la insatisfacción, la incomprensión, el sometimiento, la resignación, la desesperación, la impotencia, que empiezan a generar sus respectivas envidias, odios, desamores, desgracias, catástrofes y mil situaciones y actitudes autolimitantes, autoneutralizantes y autodestructivas que nosotros los padres “amorosos” de sus hijos y de la vida misma hemos vivenciado a su alrededor. Entonces los niños comprenden que el lenguaje debe ser distinto y a pesar de que se resignan a tener que aprender a comunicarse verbalmente también es cierto que instintivamente todavía hasta muchos años después siguen siempre “intentando” utilizar sus facultades innatas, la psicopatía pero ya nadie lo “escucha” ni “siente”, entonces trata de “enfocar” su atención volitiva hacia la recepción y tenemos el ejemplo de como: En un recinto donde solo hay infantes de diferentes razas e idiomas, ellos se integran en una actividad conjunta, armónica y coherente usando allí todo aquel hermoso lenguaje universal, la expresión psíquica, el pensamiento estimulado por una emoción instintiva, espontánea, intuitiva inconsecuente, muchas veces subjetiva, pero armónica, tal como el lenguaje del DNA utilizando el RNA de mensajero.
La energía hoy puede ser captada por diferentes tipos de aparatologías, unas más sofisticadas que otras y según el tipo de energía por registrar, así: El electrocardiógrafo, el electroencefalógrafo, las cámaras de rayos infrarrojos, termógrafos, cámaras kirlian, voltímetros, ecógrafos, electroespectógrafos, o los mismos sentidos corrientes o extraordinarios. La energía de nuestro bio-organismo, tal como la del cosmos, vibra con gran diversidad de frecuencias. Las diferentes frecuencias del espectro ondulatorio electromagnético son vibraciones que abarcan desde las ondas cortas de radar y radio, pasando por las térmicas, la luz visible e invisible, los rayos X, gamma y hasta las radiaciones cósmicas y ultravioletas.
Las distintas manifestaciones de energía (mecánica, térmica, magnética, eléctrica, lumínica, electromagnética, química, solar, astral cósmica, sideral, dinámica, gravitacional, radial, etc.) tienen cada una un abanico espectral de frecuencias específicas, que son captados por nuestros “receptores sensoriales” específicos (visión, temperatura, presión, tacto, resonancia, olfato, etc.) como agradables o de placer y repulsivos o de dolor según la información transformada en impulsos electrónicos que viajan por los canales energéticos incidiendo en los nervios craneales y la médula espinal hacia el sistema cerebroespinal central para afectar e influir en el soma químico. Los mecanismos de transferencia de información, a cualquier nivel, microscópico, son esencialmente la afinidad y la resonancia. Se establecerá contacto y comunicación entre ellas si son afines. Se habla de resonancia cuando la información se transfiere por percusión de otro campo. Ejemplo: nuestro oído. Los receptores, son específicos y los podemos agrupar en dos grandes grupos: Los quimioreceptores como el del gusto y el olfato, que a su vez registran por osmolaridad, y los mecanoreceptores el tacto, el oído y la visión. Los gustos, el sabor, olor, sonido, temperatura, color, son vibraciones del medio ambiente ubicados en el espacio y el tiempo incidentes en afinidad o resonancia con el órgano, plexo, o zona receptora afín, creando la apetencia o sensación que conduce a la actitud de corporizarlos. La afinidad o resonancia no sólo se da a nivel químico, mecánico, acústico, osmótico o térmico, sino que todas aquellas son registrables a nivel energético, es decir, a nivel bioenergético del individuo. Existe también atracción o rechazo por y hacia otros campos de energía como las formas, los colores y otros niveles espectrales energéticos y/o radioactivos, que pueden determinar muchas veces nuestras acciones.
Muchas más veces de las que imaginamos, sin que descubramos en la mayoría de ellas exactamente el por qué. Por ejemplo los efectos que tienen los colores, olores, formas, etc., en las actitudes y emociones, conductas estas de la psiquis. Muchas veces son tan repetitivos e impresionantes que alteran totalmente los instintos primarios del individuo. Recordemos los tres instintos primarios: El instinto de preservación y conservación de la especie, que induce al individuo instintivamente a vigilar por su existencia misma, tomando las medidas que a la mano y posibilidades tenga para dicho fin; El instinto gregario que induce a integrarlo a una comunidad o sociedad generalmente determinada por un grupo de congéneres, desarrollando en él su sensibilidad social; por último; El instinto teológico, que induce a reconocer que él forma parte de un todo, Absoluto, Eterno, Principio y Fin de todas las cosas, Ineludible, etc.. Los instintos por lo tanto, son un conjunto de respuestas y comportamientos, definidos, genéricos y comunes a todos los individuos de la misma especie.
El hombre nace con una serie de reflejos innatos que se ajustan a uno u otro de dichos instintos, según, en el espacio - tiempo en que se manifieste la situación, y el individuo. Así tenemos el reflejo de búsqueda, el de succión, de presión, de marcha, el moro, los reflejos visuales, digestivos, de hambre, sueño, temor, eyaculación, defecación, emisión y amén de muchos más. El patrón de esta conducta heredada se modifica a través del aprendizaje. Respondiendo a los instintos o a las conductas modificadas, el individuo busca repetir un comportamiento determinado porque este origina placer o evita el sufrimiento, la repulsión, etc.. Si un estímulo le propicia agrado y placer, tiende a repetirlo. La repetición es la realimentación del placer que origina registros de memoria (aprendizaje) que empiezan a influir en la conducta posterior que en su gran mayoría son la causa última determinante del comportamiento voluntario o involuntario y llegamos así al sistema nervioso, pero antes definamos objetos de placer como aquellas vibraciones que son afines, hacen resonancia o satisfacen una pulsión a nivel de cualquier órgano o plexo con apetencia por ellas y al placer mismo, es decir, esas sensaciones y armonías o equilibrios que experimenta el individuo al sincronizarse o corporizar dichas vibraciones y que son plenamente agradables.
El sistema nervioso tiene dos grandes divisiones: A) El somático o voluntario, que maneja la información sensorial, tacto, temperatura, posición del cuerpo, visión, sonido, etc. y que está bajo control de la voluntad a través de las neuronas, mediante el filtro glial de la corteza cerebral o sustancia gris. B) El Autónomo, viseral e involuntario; que regula la vida vegetativa; las funciones vitales como: el ritmo cardíaco, respiración, digestión, excreción, sexualidad, metabolismo celular, etc. indirectamente a través del sistema glandular, por medio del hipotálamo que es básicamente la “central” de integración y regulación del neurovegetativo. Este sistema neurovegetativo o autónomo se divide en dos: Simpático y Parasimpático, que cumplen funciones generalmente opuestas en cada órgano que inervan. Es decir, el uno lo excita y el otro lo frena para mantener un tono intermedio, el uno disocia y el otro integra. Por encima de estos dos grandes centros de integración, está la corteza cerebral: con las áreas de asociación consciente, la actividad motora y sensorial bajo el control de la voluntad (a excepción del olfato) y el pensamiento. Los sistemas emocional, vegetativo, o límbico, no son absolutamente independientes de la corteza, pero sí son relativamente autónomos. El “filtro” de incidencia neural es el tejido glial. El pensamiento racional deficientemente ayuda a reducir y controlar los disturbios emocionales y a equilibrar las reacciones exageradamente instintivas. El sistema nervioso voluntario, básicamente maneja las funciones motoras como respuesta a las sensaciones o estímulos que le llegan del medio ambiente interno (hambre, deseo sexual, sueño, miedo, etc.), a través del hipotálamo y del medio ambiente externo (sonido, color, formas, visiones, etc.) a través de los sentidos y orificios perceptivos. Las percepciones son captadas por los receptores periféricos, de ondas de choque de tacto, temperatura, visual, orientación, posición, etc., suben por la médula, llegan al tálamo (central de asociación e interpretación) en la parte media del encéfalo y de allí son distribuidas a la corteza motora y sensorial, la que discrimina más exactamente qué parte del organismo bioenergético, con qué tipo de estímulo fue condicionado. Estas informaciones son asociadas, analogadas con otro tipo de información almacenada en la bodega mnemótica (visual, auditiva, etc.), integrándose así los estímulos, las percepciones y las reacciones.
El niño nace dotado de maravillosos sistemas de información y acción. Sus sentidos le van proporcionando información del medio físico y radioactivo (energético) y el organismo bioenergético, automáticamente, por vía refleja, va haciendo los cambios para ajustarlos a los instintos más poderosos, luego algunos reflejos van siendo reemplazados por patrones motores voluntarios y demás hábitos. Los primeros movimientos como vimos, requieren la participación de muchos sentidos, luego, las actividades motrices se aprenden y se registran como acciones psíquicas (mentales) y son automatizadas. Posteriormente el proceso se invierte y las actitudes mentales sirven de origen a una actividad motriz. La repetición de estímulos-respuestas consistentes y duraderas, van conformando los hábitos, que son ciclos que integran varios reflejos automatizados para generar una acción o actitud (modo de caminar, comer, vestirse, hablar, etc.), si estos resultan adecuados y agradables para el individuo, se van acumulando y uniendo para conformar todo un abanico de comportamientos característicos. Resumiendo: Al percibir las señales o vibraciones propias de determinada situación (acontecimiento o estímulo), éstas sintonizan o hacen resonancia con los hábitos consolidados por la costumbre y disponibles en los registros mnemónicos de la personalidad y tras examen de esos modelos de comportamiento, se seleccionan aquellos que con base en procesos anteriores de aprendizaje, han sido conocidos como adecuados para la situación presente y al concertarse y conciliarse el estímulo y el registro, se manifiesta una reacción.
En la naturaleza y el cosmos, todo se mueve y todo es cambiante. La acepción todo, hace alusión aquí a las cosas creadas. Lo increado es inmutable, no cambiante toda vez que no hay nada que lo pueda alterar, sobre este tópico en especial ya regresaremos nuevamente más adelante.
Por ahora nos interesa comprender que todo lo que existe establece su propio ciclo y todo ciclo vibra o pulsa según la naturaleza del mismo. Pulsa la roca de acuerdo a la tensión piezo-eléctrica de sus moléculas. Las ondas de la luz pulsan entre 330 y 880 trillones de veces por segundo, las células receptoras cutáneas de 80 a 1.000 ciclos por segundo, el corazón pulsa 70 veces por minuto, etc..
Las energías que nos llegan del entorno son captadas por nuestros sentidos y transformadas en sensaciones, emociones, pensamientos, sueños, etc., que nos impulsan a la acción dependiendo del modo como percibamos afectada nuestra propia energía. Por ejemplo: un impacto emocional, una gran noticia, un roce táctil, térmico, una laceración, etc., son diferentes estímulos vibracionales que generan movilización de cargas energéticas cuyos efectos pueden ser: Aceleración, Intensificación, Cristalización, Calentamiento, Saturación, Concentración, Integración, etc., o Paralización, Disolución, Enfriamiento, Destrucción, Dispersión, Desintegración, etc.. Podemos considerar que cada momento vivido, cada experiencia es la convivencia con y de un frente de onda, de uno o un conjunto de energías, con especiales características de intensidad, frecuencia, polaridad o carga, tono, color, etc., con dichas características vibracionales, accionan por analogía o resonancia acumulada en nuestra bodega mnemótica, como impresión visual, táctil, acústica, osmótica, etc. y manipulan a través de diferentes procesos, las reacciones de aquello que a nivel de conceptos preestablecidos, llamamos dolor, rabia, amor, angustia, alegría, sufrimiento, placer, felicidad, etc.
El hombre ya ha explorado y manejado la energía del medio externo: fuego, electricidad, energía solar, atómica, térmica, telúrica, nuclear, hídrica, eólica, etc., pero apenas ahora está empezando a conocer científica y sistemáticamente, a controlar, su propia energía. La estructura energética vital. El complejísimo espectro Psico-bioenergético humano, está ahí, más cerca que nuestras manos y pies, más cerca que nuestro aliento. Nos mueve, nos alegra, nos enferma, también la movemos y aunque hay todavía algunos que pretenden ignorarla o dudar de ella, lo más importante es que la sentimos y palpita en nuestro ser. ES NUESTRA VIDA MISMA, indiferente del nombre con que la designemos o a la ignorancia a que la sometamos, siempre estará allí presente en algún lugar y tiempo, que, tampoco limitan su eternidad.
Vale la pena entonces observar que: - La milenaria acupuntura china, de cuya eficiencia hoy en día ningún lego puede dudar y los galenos alópatas de todo el mundo tratan de adquirir sus conocimientos. Reconocida mundialmente su eficiencia en millones de casos médicos, sistemáticamente controlados, que entre los años setenta y ochenta puso a temblar la industria farmacéutica occidental amenazando peligrosamente otros sectores industriales.
Que el “milagro” japonés se debe en gran parte al conocimiento que culturalmente ellos tenían de la naturaleza piezo-eléctrica de los elementos y sobre todo, de que todo estaba constituido por energía, diferentes tipos de energía, que según el elemento, así era su grado de complejidad en carga, intensidad, frecuencia, tensión, consistencia, densidad, brillo, etc..
La física cuántica actual reconoce el postulado de: “La energía duerme en las rocas, se despierta en los vegetales, actúa en los animales y adquiere verdadera autonomía en el ser superior” (aludiendo al hombre).
Qué tan cerca estamos en occidente de reconocerlo? y cuánto nos falta todavía para comprenderla? y cuánto más nos demoraremos en utilizarla?
Los signatarios del presente manifiesto estamos convencidos que tenemos que permitir a nuestros hijos el acceso a este conocimiento, la comprensión y aplicación de su máximo recurso y que dicho derecho humano, el de identificar, entender y utilizar los dones y virtudes con los que la naturaleza vital humana nos ha dotado, son inalienables y hoy por hoy impostergables.
Pero, ampliemos más la justificación: También hay otros postulados en los diferentes campos del saber y el conocimiento que sostienen que: “Como arriba abajo”, “Como el microuniverso el macrouniverso”, “La información del todo está contenida en la parte”, “A imagen y semejanza fue hecho”, “De su misma naturaleza lo creó”, etc.. Estos son principios comunes en la naturaleza. Todas las células se originan de una sola. Cada célula en general posee la información genética, así se puede obtener información de un individuo al sólo disponer de él, una sola de sus células. La clonación ha confirmado que de una sola célula se puede obtener todo tipo de células que integren al ser procedente. Si el DNA contiene toda la información, la energía que lo sustenta, su estructura espectral, es la información misma.
Esta información, como anotábamos arriba, serán las diferentes frecuencias, intensidades, tensiones, cargas, etc., con que se entretejen las diferentes energías que intervienen en la constitución espectral del elemento mismo. Así la Auriculoterapia por ejemplo: trata las enfermedades con sólo corregir frecuencias en ciertos puntos específicos de la oreja; la Iridología diagnostica el estado del cuerpo a través de un código de patologías en las radículas iridiales. Otros como la Reflexología adquieren información y hasta transfieren alteraciones de tipo terapéutico, de la palma de la mano, las plantas de los pies, el cuello, la columna, la piel, etc., es decir, el hombre mismo es un holograma del macrocosmos. “El todo contiene la parte y la parte contiene el todo”. “A todos les fue dado en la misma medida, a nadie le fue quitado ni lo más mínimo, ni a nadie le fue dado de más”.
Pedimos cordura y sabia reflexión, honestidad y decoro para con estas sabias enseñanzas, sobre todo cuando la física cuántica misma sugiere la inseparatibilidad y el teorema de Bell afirma que: “Ninguna teoría de la realidad, compatible con la teoría cuántica puede suponer que acontecimientos espaciales separados sean independientes entre sí”.
Los investigadores y neurofisiólogos describen y localizan áreas específicas en el cerebro para funciones como la visión, el oído, el olfato, el lenguaje, movimiento y funcionamiento de una u otra zona del cuerpo pero también se ha observado que después de la pérdida sustancial en estas zonas por accidentes o resecciones quirúrgicas, la persona no había perdido la función que se consideraba propia de dicha zona.
Por ejemplo: Cómo es posible que un amputado “se rasque” la prótesis o sienta “frío o dolor” en un área que había desaparecido 20 años atrás?
Sólo comprendiendo que, quien recibe los frentes de onda del medio externo y que estas producen interferencia con los patrones de onda del espectro resentido, lo sensorial es inherente a nuestro organismo bioenergético! Esto lo podemos observar más claramente cuando con sólo escuchar la voz de alguien o sentir un olor, ver la fotografía, una sensación, un color, una impresión, etc., la analogía y la resonancia nos inducen a evocar una información alusiva, si no la hay, de la bodega mnemótica aflora alguna similar que mejor coincida, entonces nos embarga una actitud condicionada o refleja, dichos estímulos que a modo de ondas de referencia nos sirven para registrar hologramas o evocar los ya grabados.
Permanentemente, nuestro organismo bioenergético estaría sintonizando interferencias, que nos proyectan como imágenes holográmicas los recuerdos, con la posibilidad de seleccionar y elegir aquellas que más intensamente se corresponda con la señal recibida.
Lo que llamamos nuestros cinco sentidos reciben señales dentro de unos rangos frecuenciales y de intensidad de onda relativamente muy estrechos dentro del amplísimo espectro electromagnético, las mismas proporciones guarda nuestro conocimiento de la vida, como estructura bioenergética en sí.
Sin embargo, la detección y el uso de información subliminal dentro y sobre nuestro espectro energético vital, hacen urgente una reorientación de toda la temática curricular académica misma en el ámbito de la educación y la prioridad en los procesos enseñanza-aprendizaje, enfocados hacia la ciencia Psico-bioenergética.
El niño al nacer se va inundando de infinidad de estímulos que le penetran por todos los sentidos y subliminalmente también, dichos estímulos desencadenan respuestas motoras que no siempre son agradables, así los sentidos-estímulos, le deben resultar al infante como una horda de malhechores provocando en él todo tipo de conflictos. Para adaptarse mejor al caótico mundo al que ha llegado, utiliza mecanismos de defensa tanto físicos como psíquicos.
Biológicamente, tenemos la posibilidad de negar o inhibir una sensación y focalizarla. Para protegerse el niño empieza a bloquear percepciones e inhibir sensaciones. Así logra que una impresión externa no le desencadene una respuesta corporal total, sino que la focaliza y la circunscribe hacia una zona o plexo específico; así un sobresalto, una angustia, una opresión, por ejemplo: la circunscribe al pecho, a la garganta o la desplaza al abdomen, a los intestinos, etc., donde generan efectos motores, llanto, deseo de defecar, hambre, nudo en la garganta, estrés, inflamación, neuralgias, cefaleas, etc., y todas las enfermedades imaginables.
La mayoría de dichos estímulos o vibraciones son registradas y manejadas antes de que el niño perfeccione un lenguaje para nombrarlas. Durante el primer año sus receptores y memorias se van cargando de varias percepciones a las que posteriormente se les empezará a reconocer con un determinado nombre y mucho más tarde tomará conciencia de él, es decir, lo relaciona y lo comprende y algo más tarde sólo empezará a aplicarlo, utilizarlo o valorarlo. Es decir, se sigue un verdadero proceso evolutivo de aprendizaje, identificar, entender, valorar o conocer, comprender, aplicar. Pero, así inicia, empieza, decíamos, a poner nombres prohibitivos y desagradables a las sensaciones y flujos energéticos que desde niño venía manejando sin problemas, impulsado por los tres instintos primarios. También, impulsado por los instintos él se va creando un código de interpretación y lenguaje, el cual organiza, clasifica y estructura escalas de valores, cimentando así un conocimiento y una cultura con doble carácter (bivalente).
Son eficientes, salvadores, aceptados en su momento, pero al variar los acontecimientos y evolucionar los fenómenos, conceptos, usos y valores que, antes fueron “vitales” y agradables, se convierten luego en repulsivas cárceles del conocimiento, la acción y la vida misma, retrasando la evolución misma del ser, al convertir en verdad errores válidos e intocables por milenios, sustentados por el mito, la superstición, la tradición o el principio de autoridad. Conviertiendo como verdaderas a grandes desaciertos. Así cada nuevo individuo de la especie quedó enmarcado bajo estos esquemas hasta que la reflexión, la investigación crítica y metódica los corrija y revalúe. Si es en la escuela, recibe gran cantidad de invalidaciones: Que habla y llora como un bobalicón o niñita; Que camina muy raro; Si canta y grita es malo, si no se conserva y ajusta a las normas, reglas, mandamientos, está loco, será condenado, excomulgado, etc.. Que van creando en él gran cantidad de inhibiciones, las pocas sensaciones placenteras que le quedaban por sentir se extinguen quedando encarcelados sus instintos y con él su poder de autonomía. Apabullada la natural espontaneidad de la infancia, bloqueado su potencia de creatividad, y anulada toda posibilidad de autodeterminación que en la infancia le eran tan valiosos, espontáneos y naturales. Así un sin número de sensaciones lícitas quedaron prohibidas por ser reconocidas por nombres vergonzosos. Sin embargo, muchas buscarán expresarse a como dé lugar y en este caso llegan a producirse verdaderas aberraciones que, en el fondo, realmente obedecen a los instintos primitivos y operan como mecanismos de defensa y así no generarán culpabilidad. Estas adaptaciones forzadas generan las primeras piedras (desfases, desproporciones y desarmonías) sobre las cuales se cimentarán otras y otras y muchas más, en una interminable edificación de mentiras, que por su magnitud misma termina por hacerse valer y al creerse en ellas, irá creciendo inseguro, temeroso, postizo, imitador, culpable frente a sus propias sensaciones, dependiente, esclavo, idólatra, incapaz de reaccionar ya ante sus instintos más primarios.
Lo peor de todo es que, la inmensa mayoría terminan refugiándose en esa misma identificación, que con gran “resignación y sacrificio” se elaboraron, con los escombros de su existencia misma. Otros terminan aceptando ser aberrados, asumen ese papel socialmente (desadaptado, homosexual, asesino, sádico, psicópata, guerrillero, ladrón, prostituta, corrupto, utilitarista, egotélico, bruto, enfermizo, drogadicto, etc.), abarcando todos los niveles sociales y culturales en los momentos actuales. Lo peor para ellos es avergonzarse de sentir y manifestar esas sus conductas y comportamientos sería renunciar a sus sensaciones más vitales. Llegados a este punto podría decirse que las vibraciones (sensaciones y percepciones) que impresionan un espectro bioenergético son de alta, media y baja densidad. La energía es simplemente un acontecimiento natural y no es por lo tanto, bueno ni malo, simplemente es la manifestación misma de la causa que lo genere y así como al fuego no se le puede calificar de malo porque queme, a la energía tampoco.
Es nuestra posición frente a las cosas. De la naturaleza de las analogías y resonancias que motiven y el contexto (social, cultural, económico, político, científico y religioso) en el que se desarrollen los códigos de interpretación, lo que finalmente determina su valoración y aplicabilidad. Y estas son tan variables y extensas como los contextos sociales mismos, donde cada quien interpreta lo que siente como más le plazca, así lo que para unos es bueno para otros es malo y viceversa. Aquí resalta nuevamente la trascendencia de la teoría física de la relatividad y el hombre en su contexto bioenergético natural no escapa a ella ni es la excepción. Es una verdadera lástima que después de estar dotados tan maravillosamente para percibir tal magnitud y complejidad de vibraciones, de ser supuestamente los reyes del universo (puestos por sobre todas las cosas) nuestra interpretación sea tan estrecha, tan distorsionada, tan mezquina, siempre a la defensiva, centrada en la atemorización, el miedo, los intereses, los lineamientos, la lucha constante contra la enfermedad, la cual no es más que el lógico producto de nuestra desafortunada forma de pensar.
A menudo pensamos qué pasaría si padeciéramos lo que otros padecen o si sintiéramos lo que otros sienten. Al compararnos mirándolo desde fuera, sufrimos por él, posiblemente más de lo que él sufra por sí mismo. Las apariencias nos engañan, cada quien tiene sus razones y justificaciones desde las que interpreta la vida. No son, nuestros problemas, la causa de lo que somos, son más bien, el reflejo fiel de lo que pensamos. Tenemos la obligación de permitirles a nuestros hijos a tener la posibilidad de pensar distinto de la vida ya que la situación mundial actual y los errores por nosotros cometidos, son evidentes.
Manifestamos públicamente que si en ciertos casos como en el del arraigado “ver para creer” hay que darle un giro de 180 grados para reconocer que el orden es “creed y lo veréis” se involucran patrones y valoraciones desafortunadas, mientras más difíciles de desarraigar aparenten, más urgentemente tenemos que empezar la reorientación.
JUSTIFICACION GENERAL
La necesidad de introducir con carácter prioritario la ciencia Psico-bioenergética a todos los niveles de educación se trató de relievar y dejar manifiesto, aunque muy someramente, en las precedentes páginas. Creemos que fue por todos indiscutiblemente reconocidas las conclusiones al respecto. Sin embargo, también somos conscientes de que una acertada determinación sobre la actitud a tomar frente a un asunto en el cual nunca habían intervenido gentes sencillas y corrientes, sin ningún abolengo, tradición o posición dirigente adecuada para opinar y expresar sus puntos de vista, requieren una más consistente justificación para tomarlo en serio. Por ello enfocaremos las siguientes páginas para lograr integrar la atención de todos los que lean este manifiesto, hacia los tres aspectos fundamentales que en la vida cotidiana del hombre del futuro serán su entorno, soporte, estímulo, refuerzo y plataforma de acción indesestimables pues cada una de ellas está sustentada por los tres principios instintivos que sostiene y justifican la vida misma.
JUSTIFICACION SOCIAL
La sensibilidad social del hombre nace (anotábamos) de su instinto gregario.
La sociedad, como la estructura de un conglomerado de individuos de la misma especie, es muy variada. Dependiendo de factores tan disímiles como entorno, nivel académico, etnia, cultura, costumbres, necesidades, locación geográfica, leyes y normas aceptadas o impuestas, complejas o sencillas, populares o inevitables, aceptables o rechazadas, ciertas o falaces y así siempre todas seguirán siendo revaluables, tanto como las tecnologías e ideologías que intenten desarrollar.
El hombre en su contexto Psicobioenergético fué, és y seguirá siendo siempre un ser suigéneris, revaluable muy complejo y evolutivo como la ciencia. El individuo que conozca más acerca de sí mismo, de su propia existencia es un hombre que también comprenderá mejor a sus congéneres y por ende, su interrelación sociocultural mejorará fundamentalmente.
Es de elemental comprensión, que, el mejoramiento de las relaciones sociales entre todos los humanos no puede continuar sosteniéndose en la repetición de frases como “Ama a tu prójimo más que a ti mismo” o en predicar “Amaos los unos a los otros como si fueseis todos de la misma naturaleza” y muchas otras grandes verdades. Estas, hay que saberlas explicar y justificar. Por los principios universales mismos que las sustentan, hay que enseñarlas a aquellos, a quienes se quiere hacerlas comprender y cumplir, por reconocerse universalmente como los ingredientes indispensables para la paz, la tranquilidad y la conciliación entre todos los seres del universo, el Amor mismo. Esto es elemental. Lo que conocemos amamos, a lo desconocido le tememos. Así pues el Amor hay que despertarlo, inducirlo no con atemorizaciones, amenazas, velaciones misteriosas, a estos huimos como el hombre a huido, de sus propios dones y virtudes, temiendo despertar, la furia divina, al encontrarla. Así no! Sino a través de la identificación clara y diáfana, sencilla y elemental, como es todo en la naturaleza y tal como es el conocimiento científico sistemático y evolutivo, de aquello, que el individuo más debe amar: La Vida. Su inapreciable naturaleza vital bioenergética, su RIQUEZA ABSOLUTA, que, como el conocimiento de la naturaleza vital del hombre, es inalienable, contrapuesto a las tecnologías y las sociedades, pues ella es una sola realidad, para todos los seres. Esta identificación, comprensión, y valoración generalizada, conducirá, indefectiblemente, hacia un comportamiento individual y general social, que, evolutivamente, permitirá, una convivencia pacífica y armónica entre todos los seres de la tierra. Se requerirá para ello, familiarizar y preparar a los educadores, sobre el tema de la ciencia Psicobioenergética en general, para que así puedan aplicarlo en las áreas correspondientes a cada especialidad y confronten, hasta lograr la conciliación plena, de su especialidad académica, con el conocimiento y comprensión de la ciencia Psicobioenergética. Se deberá fundamentar un currículo sociológico y educativo centrado en el ser, en la Vida y la Paz que permita consolidar evolutivamente una conducta y unos comportamientos verdaderamente éticos, cívicos y morales con la vida misma, psicobioenergéticamente considerado. Para ello se requerirá conformar a todo nivel (educativo, económico, político y científico) juntas multidisciplinarias, asesoras, que evalúen y revisen la aplicabilidad de la ciencia Psicobioenergética con toda la seriedad y honestidad, que para la transferencia, de este elemental y prioritario derecho al saber y al conocimiento humano, se requiera.
Este solo objetivo y esfuerzo, debería constituirse, en un honroso privilegio para cualquier país del mundo, pues con ello, da ejemplo de valor y coraje. De ser pública pionera, de la más grande innovación que para el desarrollo y la evolución del ser humano, se haya jamás usado en la historia contemporánea.
Innovación que no sólo le asegurará un reconocido prestigio histórico, sino que consolidará su propia subsistencia y participación en un Mundo Mejor. Le abrirá las puertas al futuro, constituyéndose en ejemplo de los demás, que enaltecerán de sobra su intrépido valor, otorgándole recursos inimaginables, en todos los campos, que una comunidad requiere, para una posición honrosa y de privilegio.
Creemos, como padres responsable del futuro de nuestros hijos que todavía es tiempo para hacer algo. Pero que sólo actuando sin pérdida de tiempo, sin postergaciones conducentes a, “fijar las reglas de juego” o “preparar el terreno” o “preservar ciertos valores” que concierten, interminables polémicas y desacuerdos irreconciliables, etc., sobre alineamientos utilitaristas, que sólo serán, barreras como las que hasta ahora, prevalecieron dentro de estructuras evidentemente interesistas y limitantes de la libertad del saber y el conocimiento humanos y que han demostrado su inutilidad. Ningún hombre de la tierra podrá avergonzarse jamás por reconocer que estuvo equivocado. Continuar en el error sería un acto inequivocablemente inhumano, degradante y humillante hacia nuestros propios hijos.
Confiamos en que aquellos a cuyas manos llegue el presente manifiesto y aquellos a quienes corresponda el evolutivo protagonismo en cada una de sus etapas, como ahora nos corresponde a nosotros, el planteamiento de este inevitable primer paso, actúen con cordura, en las concertaciones donde se pretendan fijar los programas y todavía ineludibles “reglas de juego”. Que éstas en ningún momento opaquen, desvíen o ignoren el definitivo objetivo del presente documento que es: El lograr el reconocimiento de la ciencia Psicobioenergética como una de las ciencias más necesarias en la actualidad y que su conocimiento y saber se imparta obligatoriamente en todos los niveles de la educación: Para que el ser, paralelamente a la información cultural, tecnológica y demás, reciba, un claro conocimiento de su naturaleza vital misma, la vaya identificando, comprendiendo y valorando, para que al cumplirse su escolaridad en cualquier nivel académico pueda integrarse a la comunidad en la que prefiera servir, con el desempeño único de: aportar para bien y beneficio común lo máximo y mejor de sí mismo.
Tenemos las herramientas, pues existen las informaciones científicas afines, pero la bibliografía actual es tan extensa y diseminada que habrá que acopiarla, codificarla, comprenderla, adecuarla y estructurarla. El trabajo también debe ser logístico y recursivo, pero profundamente pedagogico y sociológico. Adelantar ésta tan fascinante labor por una sociedad integrada queda justificada en la felicidad misma de nuestros hijos. Proyectándolo, a un futuro proporcional a los esfuerzos aportados y los logros obtenidos. Se dará inicio del gran cambio. La reestructuración curricular académica y científica en todos los niveles del proceso enseñanza-aprendizaje la debemos comenzar yá nosotros. Por lo tanto, los beneficios sociales serán proporcionales a la prontitud, intensidad, perseverancia, honestidad (ética, cívica y moral) y eficiencia general con que se diseñen y activen los programas de transferencia y difusión. Este revolcón pacífico que desde la educación misma del ser, se inicie, en la ciencia más fascinante que jamás hallamos sido capaces de inventar, la ciencia de la vida, algo que la naturaleza nos ha otorgado desde nuestra existencia misma y hoy la investigación científica y la aparatología tecnológica pone a la disposición de todo aquel que quiera conocerse a si mismo, estamos seguros que apacentará al hombre. Una ciencia que logrará conquistar el lugar que se merece y prevalecerá para siempre en la bodega mnemótica de todo nuevo ser, por derecho propio.
Las repercusiones sociales benéficas a nivel personal, comunitario, nacional, continental y mundial son invaluables e inimaginables, frente a los grandes conflictos sociales, en que el hombre actualmente se halla atascado. Si de verdad, quienes hasta ahora en sus manos han tenido, la orientación y destino de las comunidades y los grandes conglomerados humanos, quieren realmente la paz, la confraternidad y el amor entre los suyos, como lo han venido sosteniendo, tienen con este manifiesto la oportunidad de lograrlo y en la ciencia Psico-bioenergética, el mejor instrumento “arma” socializante que jamás gobierno alguno haya concebido y utilizado en los últimos milenios y no por esto último dejará de ser, la más válida entre todas las estrategias probadas. La socialización de la comunidad mundial, nunca ha contado con algo tan común, tan único y específico, tan genérico para toda la humanidad, como su vida misma, su naturaleza bioenergética. El Alma misma de todos los seres es idéntica y su estudio y comprensión abrirá las puertas hacia una convivencia más pacífica, más humana, solo hay que introducirla en la educación formal básica (primaria y secundaria) y universitaria y todo lo demás “vendrá por añadidura”. Recordemos las inscripciones que en todos los centros de enseñanzas de las grandes culturas rezaba ‘’Hombre conócete a ti mismo y todo lo demás te vendrá por añadidura” o “Aquel que sea capaz de identificar, comprender y aplicar la naturaleza de su microuniverso podrá conquistar el universo entero” y estas no fueron frases de pacotilla.
Abrámosle a las futuras generaciones la trocha por la cual, a medida que ellos la transiten, la irán ampliando hasta convertirla en una verdadera autopista, derribando y aniquilando para ello todo obstáculo, como la injusticia, las guerras, la corrupción, la delincuencia, el terrorismo, el odio, la venganza, los celos y todas las aberraciones que hasta hoy hemos venido acumulando de algunas culturas, tradiciones y doctrinas vivenciadas inapropiadamente a lo largo de nuestra historia y todo por trasegar por senderos distintos de la Vida misma.
La ciencia máxima, la cual llevará al hombre a identificarse, comprenderse y valorarse como un ser superior corresponde indiscutiblemente a la ciencia Psicobioenergética. Nuestros hijos tienen el derecho a recibir la orientación básica para que puedan construir, como ya dijimos, su propia autopista a la Riqueza, la Salud, el Triunfo, la Felicidad, la Paz y el Amor fraternal conquistado a través del conocimiento y el saber acerca de su máximo patrimonio, su RIQUEZA ABSOLUTA, SU VIDA. Legado divino jamás igualado por ninguna ciencia inventada por el hombre.
JUSTIFICACION ECONOMICA
El instinto de preservación y conservación de la especie es el máximo estímulo hacia una actitud económica en el hombre. Economía que el hombre ha estructurado en un sin número de valores y con todavía mayor número de sistemas, sin que hasta ahora, ninguna, haya demostrado su eficacia para la administración afortunada de su vida misma. Además la posibilidad de un enriquecimiento material del hombre actual, no solo son ya utópicas, sino también inservibles para otorgar paz, tranquilidad, armonía y por tanto, mucho menos que conduzcan hacia unas verdaderamente sanas relaciones humanas.
Consideramos incalculable e invaluable el enriquecimiento que el ser adquirirá a través del conocimiento de su propia naturaleza vital, Psicobioenergéticamente considerado como la más rica, compleja y armónica estructura entre todas las cosas creadas en el universo: “por sobre todas las cosas fue creado” y “... a imagen y semejanza fue creado” son una clara alusión cuál es la máxima RIQUEZA del hombre. Pero como ya anotamos, desde la hegemonía del imperio romano para acá, el hombre solo ha fijado su mirada y enfocado toda su atención y esfuerzos, hacia los descubrimientos materiales, que día a día, “enriquecían y fascinaban” cada vez más, sobre todo a las incultas masas sometidas a comportamientos, donde, era muy poco el tiempo y la oportunidad que se les brindaba, para poderse dedicar al conocimiento de sí mismo. Hoy después de tantos acontecimientos, que la historia ni siquiera se ha atrevido a mostrar, ni ha sido capaz de abarcar, ni transcribir y de los cuales es mejor ni hablar, muy poco es lo que hemos cambiado, en cuanto a la decisión de, hacia dónde encauzar y dirigir nuestra atención y esfuerzos vitales. Seguimos fascinados por lo externo, por todo lo ajeno, menos por lo que es de nuestra legítima propiedad: La Vida; Ella hasta hace apenas 15 años atrás era, como anotabamos anteriormente un verdadero“misterio”. Tanto es que la etimológica acepción de la semántica, VIDA, como un fenómeno natural del contexto trino, que integrándose en una sola manifestación genera un potencial de conciencia y voluntad inigualables, ha sido interpretada simplemente como: “lo que las ofertas de una cultura y civilización del momento, le brindan a un individuo, para que de una manera “digna” cumpla con los “objetivos” de la vida: nacer, crecer, alimentarse, reproducirse, envejecer y morir”. No se sabe a ciencia cierta, si la desviación fue deliberada, ingenua o ignorantemente implementada, pero de la misma manera se ha venido confundiendo las acepciones de vida, ser, existencia, subsistencia, funciones vitales, naturaleza vital, biología, etc., preferimos creer que por lo último. Este desacierto se ha generalizado tanto que cuando se habla de Vida se entiende el derecho de permanecer dentro de definidas estructuras circunstanciales y determinadas por un espacio-tiempo específico, confundiendo la concepción epistemologíca de la VIDA. La VIDA es VIDA y seguirá siendo VIDA por mucho que se falseen las interpretaciones semánticas, o se vele su contenido.
La Vida es la naturaleza Psicobioenergética del ser, el Alma, la Psiquis (psyche) del ser humano y es mucho más que un acontecimiento sometido a presiones de toda índole, supeditado a cualquier cultura, política, evangelio, economía, materialismo, ideología científica, filosófica, religiosa, etc., ubicada en un tiempo-espacio determinados. LA RIQUEZA ABSOLUTA del hombre radica pues en su Vida misma, ese es su BIEN más preciado, su Máximo Tesoro, a la cual “no lo quema el fuego, no lo moja el agua, ni lo hiende la espada”. Al comprender, esto solo, de por sí, queda justificado automáticamente el esfuerzo que hagamos “económica y recursivamente” para que nuestros hijos hereden un vivir con más dignidad, que como hasta ahora nos fue enseñado y de allí nuestra determinante, inobjetable e ineludible posición. Requiriendo prioritariamente mucha mayor atención recursiva, humana, programática, económica, legislativa; y todos los demás necesarios para que ellos, nuestros hijos puedan identificarlos, comprenderlos y utilizarlos con mayor y mejor economía, claridad y decoro, que las prevalecientes hasta hoy y puedan en el menor tiempo posible apropiarse de su RIQUEZA ABSOLUTA.
La Psicobioenergética no es solo una “medicina nueva”, para ser comprendida por unos pocos. La Psicobioenergética es toda una ciencia, una extensa y compleja ciencia, que se ocupa de lo más valioso que tiene el ser, la vida, y es derecho de todo ser humano, tener acceso a ella, desde que nace, por herencia, sin importar idioma, desarrollo social, locación, etc., pues en cualquier sitio donde vida cada ser humano del planeta, tiene derecho a conocerla, comprenderla y valorarla y ese proceso debe empezar en la educación formal. La generación de nuevas fuentes de actividades para bien y beneficio común aportadas por la ciencia Psicobioenergética son casi inimaginables e inagotables, ni que decir de las cantidades de recursos, que se movilizarán para hacer posible el proceso de la transferencia-aprendizaje. Aquel país, estado, comunidad o institución que asuma dicha acción en pro del bien y el beneficio máximo de su descendencia tiene asegurado su futuro exitoso e insobornable, en la memoria de sus seres más queridos.
JUSTIFICACION POLITICA
La tendencia del hombre por la actividad política está arraigada en su instinto teológico. Al reconocer instintivamente que él, como unidad, es parte de un todo (la física cuántica plantea hoy la teoría de la inseparatividad). El hombre a lo largo de su historia a establecido todo tipo de doctrinas filosóficas, religiosas, políticas y tecnológicas, pretendiendo con ellas justificar sus vivencias correspondientes.
En todos los sitios y épocas desde los albores de la historia humana, de una u otra forma todos los pueblos han creado, asimilado, imitado, acondicionado doctrinas, que, con el correr de los tiempos se fueron constituyendo como características culturales y comportamientos, que hasta nuestros días, han provocado toda clase de abusos, desmanes, injusticias, y un sin número de iniquidades que hoy solo pueden generar vergüenza e incomprensión en todos aquellos, que aterrados observan, como sus hijos son conducidos inevitablemente hacia la destrucción y el aniquilamiento, de no intervenir prontamente para evitarlo. Consideramos que ninguna doctrina será válida mientras en sus enunciados no se reconozca al ser, Psicobioenergéticamente considerado como el máximo acontecimiento integrante del Todo.
Tal como está planteado el futuro de la vida humana dentro del planeta, solo la integración del hombre con el hombre, la familia con sus miembros, la vecindad con las familias, el pueblo con las vecindades, la nación con los pueblos, los continentes con las naciones, el mundo con sus continentes, integrados todos en un Mundo Total y Nuevo, un Mundo Mejor, requerirá indiscutiblemente de la integración de las casi 1.800 doctrinas y 3.700 sectas ideológicas que hoy todavía dividen, estamentizan y obstaculizan la integración plena. Con estas modernas aperturas, integraciones comerciales, pactos, acuerdos y demás concertaciones, estamos apenas iniciando una posible convivencia conciliada entre todos los seres del planeta. Todo inicio es traumático, cuando no se ha preparado adecuadamente el terreno para ello, hoy, ya no hay tiempo para preparaciones y condicionamientos prolongados, como por ejemplo los siglos que llevamos tratando de prepararnos para ser verdaderamente libres, comprensivos y afectuosos con nuestros congéneres y con nuestro entorno mismo.
Aquel estado o pueblo, entidad o institución que demuestre, no sólo comprender esto, sino que también sea capaz de iniciar la aplicación de una ciencia universal, entre sus gobernados, habrá asegurado un puesto de honor en el futuro de ese Mundo Mejor y afianzado su situación preponderante. Los adultos de hoy tenemos un gran desafío por delante, asentar las bases sobre las cuales nuestros hijos edifiquen sus ideales, aspiraciones y metas tendientes a un Mundo Mejor.
Si realmente se quiere integrar a todos los seres del planeta en una gran confraternidad universal, pacífica, armónica y de verdaderas relaciones sociales, es apenas obvio y por todos comprendido que ello sólo podrá darse cuando todas las diferencias doctrinarias, filosóficas, religiosas, políticas o tecnológicas sean eliminadas y se identifique un patrón común en todos los seres, como lo es la vida misma. Para ello no bastará enarbolar solo una de las banderas, la bandera política de la democracia, como hasta ahora se ha venido haciendo, pues hasta la saciedad está demostrado que ello solo no es suficiente. Es necesario integrar en el proceso unificante, también las banderas ideológicas de tipo filosófico, religioso, sociológico, tecnológico y científico, que hasta ahora aparentaban ser irreconciliables unas con otras y dentro de ellas mismas, igualmente inidentificables sus divisiones. Tampoco pretendemos plantear una nueva doctrina pues somos conscientes de que ninguna prevalecerá mientras entre todas no se concilie para considerar la vida del ser humano como el único punto común de apoyo, y único posible fundamento válido sobre el cual se puedan integrar a todos los seres del planeta. La integración se dará cuando todos comprendamos que la naturaleza vital de todos los seres humanos está integrada por los mismos elementos en las mismas medidas, sin importar raza, religión, política, edad, sexo, filosofía, etc., de conceptos divisionistas, pues la naturaleza Psico-bioenergética de todos los seres es potencialmente idéntica y la extensión de dicha verdad impondrá tarde o temprano su infalibilidad. Mientras más pronto la reconozcamos, menos sufrimientos pasarán nuestros hijos. Evitémoselos desde yá!
Ese proceso de identificación debe realizarse desde los estamentos educativos formales, para ir así estructurando en los individuos conciencia sobre aquellos factores fundamentales que les permitirá paulatina y evolutivamente conciliarse con su congénere. Repetimos, la estructura Psicobioenergética del ser es inalienable. Los dirigentes que oportunamente comprendan esto estarán en los umbrales de la inmortalidad histórica. Sólo cuando se concilien las ciencias con las doctrinas religiosas habrá paz, armonía y tranquilidad. Solamente cuando estemos dispuestos a concertar las doctrinas hacia una sola y única ciencia, la ciencia de la vida, podremos decir que estamos en la antesala de la conciliación total de la especie humana, pues su existencia misma por la complejidad de su estructura Psicobioenergética, contiene de todos los elementos del universo; los elementos químicos, los energéticos y los divinos que, todas las religiones, filosofías e individuos de cualquier parte y en cualquier tiempo, reconocían, reconocen y reconocerán siempre, como una verdad eterna, como la vida misma.
En el ser humano se integran de una manera maravillosa su naturaleza trina. Enfoquemos hacia su contexto Psicobioenergético la atención y esfuerzos permanentes desde yá; ya que al haberla enfocado hacia su contexto físico y divino, de muy poco nos ha servido, para la tan y siempre anhelada Paz y Amor.
Estamos convencidos de que sólo la incursión decidida del hombre en la ciencia Psicobioenergética permitirá derribar todas las barreras y salvar todos los escollos doctrinarios e ideológicos que en lo religioso, filosófico, político, tecnológico y recursivo obstruyen la paz, el orden y las posibilidades de un Mundo Mejor para nuestros hijos.
¡De verdad que sí!
Por último, imploramos, por la conciencia humana preclara y tranquila de todos aquellos que lean este manifiesto, para que expresen su posición y si es de su voluntad, participen en pro de la acción integracionista universal y la realización lo más pronto posible de un Mundo Mejor para nuestra descendencia.
Ofrecemos toda nuestra colaboración inalienable hacia un único objetivo. Por ser una labor de interés general y de alcance ilimitado como es la vida misma del ser, reiteramos la necesidad de acopio de todas las buenas voluntades que quieran participar con sus recursos disponibles (científicos, industriales, políticos, materiales o ejecutivos) para que aunados aún más, consolidemos un porvenir mejor para las futuras generaciones desde el mismo instante en que lleguemos al final de esta lectura.
Pueden escribirnos a la FUNDACION PROINVESTIGACION Y DESARROLLO DEL SER Y LA CIENCIA PSICOBIOENERGETICA, A.A. 9655 Medellín, o llamarnos a los teléfonos2859014 y 2857891 de Medellín, 6615477 Cali, 2495419 Bogotá, 3566624 Barranquilla.
Si usted amigo(a) lector(a) desea aportar alguna idea para adelantar nuestra propuesta, nos agradaría incluirlo(a) en la lista de colaboradores(as), y poder consolidar un verdadero equipo de transformación y cambio hacia un Mundo Mejor. Siendo ese el mejor regalo que podamos darle a nuestros seres queridos. Válido no sólo en navidades, sino para siempre y hasta la eternidad.
Si tiene mayores inquietudes al respecto, puede solicitar la segunda parte del presente documento en las direcciones y teléfonos antes anotados.
Que la Bendición Abundante, Armónica, Bondadosa y Gloriosa del Eterno Creador nunca los(as) abandone.
¡QUE TENGAMOS TODOS LOS SERES DEL UNIVERSO UN FUTURO MAS RICO, SALUDABLE, TRIUNFADOR, FELIZ Y EN PAZ EN UN MUNDO MEJOR.
PRESENTADO POR
FUNDACION PROINVESTIGACION Y DESARROLLO DEL SER Y LA CIENCIA PSICOBIOENERGETICA
DIRECTOR: G.T.A.A. FLANDORFFER T.
EN COLABORACIÓN CON:
Rómulo Glaser Movimiento Humanista 561490 Barranquilla Q.E.P.D.
Hugo Antonio Bernal Clínica La Esperanza 416915 Barranquilla
Hernando Gómez Tecnieléctrica 456142 Barranquilla
Erwin Griego Ing. Griego Hermanos 563569 Barranquilla
Bertha Dilia Vega Terapista 361303 Barranquilla
Marta Aycardi Diseño arquitectónico 343153 Barranquilla
Regina Fernández L.R. 2660382 Medellín
Manuel Vélez P. Industrias El Capacho 3417102 Medellín
Jorge Carvajal Amibio 2500840 Medellín
Rubén Darío Correa Amibio 4111754 Medellín
Jesús Ivan Barrientos Oficina Jurídica 2693521 Medellín
Jaime Arango Mercadotecnia 2852050 Medellín
Enrique Ramírez Sensoterapia 2385827 Medellín
Luis Carlos Serna Ingeniero 5212717 Medellín
Luisa Judith Bravo A. U. Nacional Antioquia 2301670 Medellín
José Gastón Villegas V. Centro Terapéutico 2440685 Medellín
Luis C. Lorduis Abogado 2878358 Bogotá
Karina Flandorffer Administración Hotelera 2495419 Bogotá
América Posada Cibernética 2715034 Bogotá
Luis A. Cruz Espitia Academia Albina 567999 Cali
Oscar Medina Ingeniero 846714 Cali
Aida y Fabián Bersh Industriales 615480 Cali
Lucy Ramírez Hotelería y Turismo 834444 Cali
Luis Antonio Alhach Ingeniero 484936 Cali
Raul Posada Contador 232125 Santa Marta
Ana Lourdes Cotes C Abogado 234144 Santa Marta
Carmen Cecilia Roca Centro Odontológico 211525 Santa Marta
Jaime Abondano Asesoría S.A. 211525 Santa Marta
Ramiro Sarmiento DistriOriente 731737 Valledupar
Carlos Martínez Publicista 731828 Valledupar
Luz Marina Patiño Universidad del Quindío 454087 Armenia
David Bersh FUDESCO 443000 Armenia
Gloria Inés Martínez Recreacionista 472886 Armenia
Mario Cobo Colegio Caldas 723802 Palmira
Ruth Olaya U. Nacional de Palmira 735133 Palmira
y todos los demás signatarios que de una u otra forma apoyaron la proclamación del presente MANIFIESTO para un Mundo Mejor. Basado en la propuesta popular para introducir la CIENCIA PSICO-BIOENERGÉTICA en todos los niveles de la Educación.
Medellín, 10.12.93
HAY QUE ACTUALIZAR LOS TELEFONOS PARA LOS MOVILES
EXTISTEN DOS PARTES MAS (UN COMPLEMENTO Y UN PROYECTO DE LEY PARA LA EDUCACIÓN) RECOMIENDO LEERLOS!!
SI ESTO EL GOBIERNO DE TURNO LO HUBIERA IMPLEMENTADO DESDE CUANDO LO ENUNCIAMOS HABRÍAMOS SALVADO UNA GENERACIÓN COMPLETA DE LAS GARRAS DE LAS ATROCIDADES DE LA GUERRA.
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