El Estado gasta demasiado dinero en defensa porque la mayoría de las armas y de los vehículos militares son importados. Recordemos que las importaciones se pagan en dólares.
Por razones de seguridad nacional, de soberania y de economía el Estado debe fabricar las armas, los vehículos y las demás herramientas que necesita la fuerza pública.
Es necesario que el Estado desarrolle una industria armamentista, para que le brinde a la fuerza pública todo el material de guerra que necesita. La industria armamentista no debe vender sus productos a otros países.
Colombia debe convertirse en una potencia militar, para ejercer influencia a nivel internacional y para garantizar nuestra soberanía, pero sin convertirse en un país intervencionista, opresor de otros pueblos ni vendedor de armas.
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