En Colombia las bolsas de empleo son organizaciones que tercerizan de manera extrema el trabajo. Suelen obligar a firmar al futuro trabajador, cláusulas y cartas de renuncia para evitarse trámites y pagos que son un derecho del trabajador. Tienen contratos injustos e ilegales. El gobierno debe regular, vigilar y hacer justicia por estos atropellos. El trabajo debe ser digno para cualquier persona en Colombia, no importando ninguna condición, raza, género, sexo u otra forma de ser discriminado. Es hora de que el trabajo sea más democrático, que se elimine el amiguismo, el nepotismo y todos los ismos que dañan y han dañado por tantos años el desarrollo de Colombia.
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