Los Monicongos del Parque Espíritu del Manglar (15 de Abril 2016)
Los Monicongos del Parque Espíritu del Manglar (15 de Abril 2016)
Iba yo caminando por el parque Espíritu del Manglar y me sentí como si estuviera en un Carnaval, en el Carnaval de Barranquilla, ya que empecé a observar una gran variedad de monicongos que hasta los monicongos del Carnaval lo superan. Iba yo observando las mal llamadas esculturas y quedé estupefacto de ver tanta patraña junta, no se necesita ser escultor para darse cuenta de tantos esperpentos y de otros detalles.
Cuando de repente observé una marimonda con un traje tan extravagante que parecía o parece que estuviera participando en el reinado del medio ambiente, porque el traje da la impresión que fue moldeado usando vasos, cartones entre otras cosas que sirven para ser reutilizadas, es decir, aquí no se ha esculpido nada, aquí se han usado otras cosas para moldear, distinto a los verdaderos escultores como Miguel Ángel, entre otros.
Me di cuenta que si Grau se pone de pie puede tener mi estatura en aquella supuesta escultura, pongámosle más de uno con ochenta centímetros. Pero si usted se pone a indagar puede descubrir que el Maestro Grau podría estar midiendo aproximadamente uno con sesenta centímetros, aunque las esculturas no necesariamente deben llevar la medida del personaje, pero en un artículo que publicó Gustavo Tatis Guerra pude leer que aquel mal llamado escultor dijo que en su sabiduría le recomendó al Exgobernador Juan Carlos Gossaín no usar pedestales sino que así como ellos fueron en la vida real, dizque para que interactuaran con los visitantes, asunto que me parece de buena idea pero que en verdad son puros garabatos.
Y les voy a decir una de las tantas cosas, por ejemplo si el Maestro Grau media uno con sesenta centímetros de alto, no entiendo porque tiene unos zapatos de talla cuarenta y tres, y si usted va al parque y analiza querido lector, se puede dar cuenta que las mal llamadas esculturas tienen la misma talla de zapatos, qué casual, todos miden igual y nos damos cuenta que este artistastro no esculpió sino que uso los zapatos de él para hacer el molde de todos los garabatos que hizo. Qué manera fácil de ganarse el dinero, es que él no es artista.
Otro detalle es que algunos monicongos tienen pantalones de cantante de hip hop, y otros parecen que tuvieran puesto un descaderado, como otros que hizo desnalgados. Porque ese artistastro cree que el arte es hacer maniquíes. Y si usted querido lector observa las manos, nos podemos dar cuenta que si no usó un maniquí para moldearlas, usó las manos de algún ser humano (amigos, allegados, entre otros).
Los mismos zapatos para todos, y los que hacen falta, me imagino toda esa cantidad de pe'aspe'as que va llevar al parque y que estamos aún a tiempo de cambiar la historia. Y qué decir de los machetazos que les pegó a los pantalones que todavía yo no sé qué clase o tipo de tela representan todos esos dobletes acartonados al igual que la chaqueta o camisa o quién sabe qué será, pero me parece que a casi todos los europeizó en el vestir.
Otros parecen que no se les hubieran desarrollado bien los brazos de lo corto que están, porque que yo sepa todos tenían sus brazos como el ser humano común y otros parecen que tuvieran la columna de un australopitecus, estoy seguro que un alumno de la Escuela de Bellas Artes en segundo semestre lo hubiera hecho mejor. Como otros que tienen las piernas cortas y yo no sé si usted alguna vez vió la caricatura de Jhony Bravo, bueno, así son algunas esculturas.
No sé por qué hace días en el Universal le hacen un homenaje a un artistastro, y pienso que quien realizó el artículo no lo quería hacer ya que lo leí y me pareció que lo hizo en contra de su voluntad, unos elogios con poco color, es decir: en blanco y negro.
El Ex-gobernador Juan Carlos Gossaín se las embarró al permitir que un impostor hiciera esta obra tan importante en la ciudad, y recuerdo aquél elogio que le lanzó al artistastro que el tipo se sintió tan acurrucado en la silla donde estaba sentado porque él sabe que no es un artista, sino que es un comerciante, y está atropellando el arte en Cartagena de Indígenas porque él cree que el arte es comercio, no, y por eso es que el arte se ha degradado, porque el arte es para trascender y elevar el espíritu, por eso a la gente que sabe de arte le despierta los sentidos y por eso enaltecen a los verdaderos artistas y por eso los artistas se hacen ricos porque eso llega por añadidura, el arte no es hacer por hacer.
Yo estoy dispuesto a conseguir el barro y que este mal llamado escultor esculpa a alguien en vivo y en directo para ver si es capaz de hacerlo, bueno, yo no lo creo, porque para eso hay que estudiar mucho, y no me refiero a universidad, no, me refiero a que se debe leer, observar, escuchar, pensar, tener la vena artística por algún lado, porque los artistas nacen, es innato, es algo que viene del más allá, de lo metafísico, y eso es lo que a los artistastros les falta: Filosofía. Porque si fuera empírico vaya y venga, pero no, él no tiene idea de lo que es ser un autodidacta.
Usted no es un artista, usted es un artistastro que confunde el arte con hacer dinero, usted cree que el arte es hacer por hacer, sus trabajos nada me dicen, por ejemplo: su escultura de Joe Arroyo. Si usted quiere ser artista tiene que nacer de nuevo. Su espíritu no es para el arte, su espíritu es para el comercio, para vender. Porque el artista extrae lo divino a la materia, y los comerciantes venden lo que el artista reproduce con su gran imaginación. Uno crea y el otro vende. Uno es el genio y el otro el vendedor, si el artista se vuelve vendedor el arte muere.
Quisiera escuchar su exposición en el parque Espíritu del Manglar, y que explicara la esencia de todas las marimondas que hizo. Y sin aún vivirlo puedo saber que usted no sería capaz de dar una cátedra de arte, porque no tiene criterio y mucho menos concepción propia. Porque sus embelecos no tienen ningún contenido que haga trascender el espíritu del ser. Su arte no es arte, son puros entuertos, son puros engaños, usted no es escultor. Usted es un impostorsitostastro.
El Escribidor de La Loma del Diamante...
Comentarios recomendados