En el cementerio de Manga (Cartagena de Indígenas, 28 de Marzo de 2'016)
En el cementerio de Manga (Cartagena de Indígenas, 28 de Marzo de 2'016)
Hoy estuve visitando el cementerio de Manga, estuve buscando una tumba porque necesito unas fechas para una investigación que estoy realizando, pero lastimosamente no la encontré, además porque hay muchas tumbas que no tienen lápida, en pocas palabras están N.N. (Sin nombre), ya que el cementerio ha sido desvalijado, sí, ladrones roban las lápidas de las tumbas, porque algunas son de aluminio o bronce, como otras de mármol y algunas tienen una baldosa pegada y les escribieron el nombre del difunto con pintura de aceite o marcador permanente.
Mientras caminaba por el cementerio iba observando las tumbas de grandes personajes de la ciudad, tumbas bastante ostentosas y lujosas arquitectónicamente hablando, y que ahora están que se desploman, sería una lástima que todas esas reliquias cayeran al suelo, algunas tienen las bóvedas abiertas como si el muerto hubiera salido a caminar por el cementerio, algunos de sus corredores han sido obstaculizados por otras tumbas y yo no entiendo como hacen para visitar las tumbas que están en el centro de las otras si por ahí no se puede pasar.
Pienso que esta joya arquitectónica debería ser restaurada, porque cuando yo caminé hoy por aquel cementerio me sentí en el siglo XIX, era como si las bóvedas me trasladaran al pasado, como si los muertos quisieran contarme alguna historia magna, como si intentaran gritar y clamar y protestar en contra de algo. Caminaba solo por aquel silencio y tranquilidad bella para leer un libro. Pero también llegué a un espacio donde están las tumbas modernas, o mejor dicho: recientes, y en ese lugar sentí una energía negativa que me dio pavor, pero cuando transitaba nuevamente por las tumbas antiguas sentí una energía positiva, sentí paz interior.
Porque el arte de aquel lugar me trasladaba a lo divino, aunque aquel estado del ser me dejó consternado, porque hay algo que intento comprender pero que no logro descifrar ni expresar, la muerte es bastante misteriosa para mí, he ido a otros cementerios que me inspiran otras emociones, pero éste me inspira algo que va más allá, como si me sintiera identificado con él. También vi muchas tumbas de niños, causa lástima, pero bueno, nada podemos hacer, no podemos regresarlos a la vida, ojalá tuviéramos ese poder.
Caminar por el Hades y Seol me hizo dar escalofríos y me sentí muerto, me sentí enfermo como si tuviera una fiebre muy fuerte, pero también me hizo recordar a los viejos, los viejos que me criaron y que me trasladaron o me trasladaban a los tiempos del Macondo que Gabriel García Márquez intentó descifrar, es que es algo extraordinario sentir la época, la paz de aquel pueblo de antaño, y me hizo acordar y ver la perspectiva que cuando niño yo tuve de la vida, es mágico, era mágico, y me di cuenta que volver a tener esa perspectiva es muy valiosa, es apasionante, es recordar las historias de los abuelos, es vivir las novelas de Gabo, es entenderlo mejor.
Pd: El cementerio de Manga es un anticuario que sin decir palabra alguna él mismo cuenta su historia, tú te la vas imaginando a medida que lo observas. También deberían organizar en libros las ubicaciones de las tumbas para ayudar al visitante a hallar con más facilidad los sepulcros que buscan para realizar indagaciones.
El Escribidor de La Loma del Diamante...
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