Redundancia... 2'015...
Redundancia...
Valga la redundancia cuando llamo llamándote.
Jugamos jugando. Bailamos bailando.
Como cuando tomamos algo tomándolo.
Cuando observamos lo observado, o lo observado lo observamos.
Besarte con mis besos. Abrazarte con mis brazos.
Cuando el camino lo caminamos caminándolo.
O trabajándolo trabajamos el trabajo. Que chistosa es la redundancia que redunda redundando.
Pero lo importante es que comiendo comamos la comida.
¡Qué mágico y risorio es que hablando hablemos así!
Pero sería muy chévere que la real academia aprobara aprobando las redundancias sin hacer la salvedad de que valga lo valido o válido.
De todas maneras yo seguiré siguiendo lo seguido.
Y aplicando lo aplicado.
Respetando lo reglamentado que reglaron en las reglas regladas.
Y que los lingüistas lenguaron en el idioma idiomizado.
Pero no seguir el orden ordenado lleva a la anarquía.
Bebamos bebiendo el ron que adulteraron los adúlteros, ¡Ja! ¡Ja! ¡Ja!
Ese ron que pone poniendo fornicar a los fornicadores.
Como el político politizando con sus politiqueros, pero creo que aquí nada redunda.
Sin embargo dejaremos lo dejado y lo tomaremos como si existiera la redundancia inexistente.
Al parecer los pleonasmo pleonasmados no parecen parecer tener teniendo final sin fin.
Es decir, que podríamos poder pudiendo extender extendiendo este escrito que estoy escribiendo.
Pero si a mí me ha gustado gustando hablar y hablando así.
Porqué se ríen riendo los que escuchando escuchan y leyendo me leen esta lectura.
No soy siendo un literato literado, tampoco un lingüista lingüído.
Tampoco un versado en los versos. Y como habiendo haber sido atrevido.
Ya que no he metido metiendo sólo lo que redunda y retumba retumbando.
Sino que también palabreando palabras que quizás no existen dentro de lo que sistematizadores sistematizaron.
De igual forma formando maneras
interminables.
Terminaré terminando lo que no puede terminar si continuamos continuando lo continuo.
Y si ustedes quisieran queriendo seguir en este jueguito, se aburrirán aburriendo como la burra que se aburrió del burro que no la montaba montando bien.
Pienso pensado que ya está lo estado bien bueno.
Es que no hallo hallando la forma de darle dando fin finalizado a este loco locario redundón.
El Escribidor de La Loma del Diamante...
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