Así fue…
El primer día cruzamos nuestras miradas,
Fue electrizante, bello, hermoso.
También cruzamos varias palabras,
Intentando hacer hablar a una lora.
Al segundo día o,
Más bien a la segunda noche,
Volvimos a mirarnos,
Caminamos un poco,
Bebimos algo, charlamos,
Nos volvimos a mirar y,
Nos besamos.
También nos acariciamos,
Y nos abrazamos tiernamente,
Por poco nos descubrimos íntimamente,
Quisimos hacer el amor,
Sin embargo, lo aplazamos.
Al tercer día nos volvimos a encontrar o,
Más bien a la tercera noche,
Pero esta vez fue más diferente y ardiente;
A la tercera noche resucitamos nuestra pasión redentora,
Nos entregamos como una sola carne,
Nos fundimos, me fundí en ella y ella en mí,
Nos quemó el amor mágicamente,
Vibramos juntos,
Nos enamoramos más.
El Escribidor de La Loma del Diamante.
Editado por El Escribidor
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