Su resplandor... 2'021...
Su resplandor...
Su resplandor me mostró lo grande de la vida, de la existencia.
Me hizo descubrir un horizonte más allá del sol.
Su resplandor penetró mis ojos y llenó de luz mi mente.
Iluminó todo ese vacío obscuro dentro de mi pensar.
Me hizo entender sin demostrarme ni amor ni simpatía:
Que en lo más sencillo se encuentra la grandeza.
Me enamoré de su resplandor, me ilusioné,
Me hizo soñar y reflexionar y entender que tenía la verdad:
Cuando me di cuenta que estaba equivocado.
Quizá su resplandor no me correspondía, pero me mostró compasión,
Y quizá deseó amarme; sin embargo, yo estaba muy mal.
En el fondo me amaba, lo sé, pero qué hacía conmigo,
Si yo estaba casi muerto y con la luz apagada,
Pero su resplandor me dio chispa, la necesaria.
Descubrí el amor en ese momento, pero no lo pude soportar,
Es muy grande, por eso me obnubilé, no estaba preparado.
Quizá me salvó con su resplandor, quizá no lo sabe o, quizá lo intuye.
Después el cobarde fui yo, huí, no debí hacerlo, pienso ahora,
O quizá amé tanto que decidí no retener,
Quizá tomé la decisión correcta para estar donde estoy hoy,
Para descubrir el mundo y entender lo que en ese momento concebí.
Quizá no salieron las cosas como lo pretendí,
Quizá por eso pienso que no salió perfecto,
Por eso quizá pensé que el universo debía empezar nuevamente,
Pero hoy pienso que así debía ser, que esa es la perfección,
Que no es como yo pensaba por falta de conocimiento y sabiduría,
Hoy comprendo mejor aunque me ha sido doloroso, ¡Si supieras!...
Sé que me ama, yo también, y no entiendo aún por qué no estamos juntos.
¿Acaso mi luz es muy fuerte ahora? ¿Acaso ha superado su divino resplandor?
Aquel que me regresó a la vida y sin saberlo.
Soñé que fuimos uno, tú y yo, eras yo a la inversa,
Eras mi reflexión en el espejo, contenías todos mis átomos.
Eras mi reina y yo tu rey, éramos el amor en su pureza,
Este era nuestro mundo, nuestro universo,
Quizá aún lo sea, aunque nos hayamos separado,
Eras mi felicidad, mi eterna felicidad, pero quizá yo no la tuya,
Eres inigualable, por lo menos eso es lo que hoy percibo,
Ninguna como tú: ¿Por qué será?
Debe existir algo divino entre los dos.
Sé que me amas, sé que me piensas, yo hasta hoy vuelvo a recordarte,
Y quiero verte, así como tú también,
Y sé que deseas conversar conmigo, así como yo también, ¿qué nos pasa?
¿Por qué nos dejamos ir? ¿Por qué nos dejamos perder si es nuestro amor?
Nuestro sentimiento no ha perdido su pureza.
Ven y sálvame, nuevamente sálvame, eres tú mi luz, mi resplandor,
Ven, porque me estoy apagando nuevamente y mi vida pierde sentido.
Dale sentido a mi vida reina mía, no dejes morir a tu verdadero rey, tu verdadero amor.
Sé que me entiendes,
Aquí estaré, esperándote, en mi trono,
Al fin y al cabo eres tú mi amor, aunque no estés conmigo,
Y también soy yo el tuyo, aunque no esté contigo ni con nadie.
Mientras tanto seguiré construyendo nuestro reino, hasta alcanzar la paz,
Porque tú eres mi paz, mi amor y mi paz.
El Escribidor de La Loma del Diamante.
Comentarios recomendados