Las plantas...
Somos amantes de la naturaleza,
Desearíamos vivir en un campo,
¡Dónde haya paz, dónde no haya guerra!
Para crear huertas y sembrar.
Eres amante de las plantas,
¡Cómo yo también!
Las regamos y cuidamos,
Y le damos buena mano.
Bonitos tus intereses,
¡Qué están conectados con la tierra!
He aprendido sobre el tema contigo,
Y hemos desarrollado ideas.
Y cuando estás en esta actividad,
Yo te observo con admiración,
Porque lo haces con amor,
Lo que te da satisfacción.
Eres una soñadora,
Algo que tenemos en común,
Porque también soy un soñador,
Y por eso te motivo.
Lo que más admiro,
Es que crees en ti, en lo que harás,
Porque te lo propones con fervor,
Convencida de eso.
Sin embargo, a veces te entristeces,
Porque piensas que no funciona,
Y no es lo que parece,
Porque se necesita tiempo y sin afán.
No obstante, quieres ver los resultados de inmediato,
Y te entiendo, pero toma tiempo,
Porque el ciclo de la vida es lento,
O más bien, su proceso se ajusta a normas universales.
Quizá se debe mejorar el método,
Y resolverlo sin prisa,
Porque cuando vamos despacio,
Llegamos más rápido aunque parezca lento.
Me llama la atención cuando te organizas,
Para cuidar tu herbario,
¡Cuándo recipientes reutilizas!
Para sembrar ahí tus matas.
Tan interesada estás por aprender más,
¡Qué hasta un libro de botánica compraste!
Para empaparte del asunto,
Del cual yo también quiero aprender.
Ya que te he contado,
¡Qué sueño con un jardín botánico!
Hagámoslo tú y yo,
Ya que eso nos llena de gozo.
Podremos vivir de eso,
Ya que lo tenemos en común,
También lo podrías enseñar,
Ya que amas concientizar.
Tú eres una planta, una mata,
Y yo soy un recipiente, o el suelo,
Ven y entiérrate en mi tierra con abono,
Para que la lluvia nos riegue.
Estás conectada con mi tierra,
Tus raíces me absorben,
Y yo feliz de alimentarte,
Porque amo sentirte y pechicharte.
El Escribidor de La Loma del Diamante...
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