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Lectura del libro sobre gobernantes de La Nueva Granada… (23/04/2’025)

Lectura del libro sobre gobernantes de La Nueva Granada… (23/04/2’025)

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Interesante libro editado en el año de 1'953. De una investigación de Jorge de Mendoza Vélez. Resume bien el período de los gobernantes que han tenido nuestros territorios a partir de la llegada de los españoles con el patrocinio de Isabel y Fernando de Trastámara, los reyes católicos. Divide la historia en aborígenes, conquista, colonia, virreinato, la guerra de la Independencia que fue un asunto intermitente a partir del 20 de julio de 1'810 y el 11 de noviembre de 1'811, hasta que llega Bolívar con otros compatriotas y logra derrotar a otros ejércitos realistas dando la Independencia completa, y que por último tema tiene los tiempos en que empezó la República hasta el mandato del General Gustavo Rojas Pinilla. Cuando uno lee sobre todas estas gestas, uno se da cuenta que estos personajes eran de otro planeta, como es el caso de Camilo Torres con su eminente ensayo de "Memorial de Agravios" dirigido al rey Fernando VII de Borbón que les recomiendo buscar y leer, una manera de gaznatear al rey sin insultarlo, por eso cuando Pablo Morillo llega le corta la cabeza al pensador mostrando su odio y rencor como mensaje del mimado rey para los revolucionarios y guerrilleros del momento, tal como hicieron con los otros. Sin embargo, ya la historia está escrita y sabemos que Bolívar los arrodilló y los echó con su espíritu supremo como si la divinidad lo acompañara, cuando victoria tras victoria, por ahí unas 472 batallas, iba en su caballo blanco fusionado en forma de centauro, tal como lo dice el poeta cartagenero Rafael Wenceslao Núñez-Moledo en una estrofa:

“Bolívar cruza el Andes

Que riega dos océanos

Espadas cual centellas

Fulguran en Junín.

Centauros indomables

Descienden a los llanos

Y empieza a presentirse

De la epopeya el fin.”

Y que después libera a Ecuador, Perú y Bolivia. Y queda su nombre lleno de grandeza para la eternidad, rico en bienes materiales desde antes de nacer, rico en influencia por linaje y estirpe, sin embargo, eso no le era suficiente, porque no es ahí donde radica la grandeza de un ser humano, la grandeza de Bolívar son sus ideas, y ni el Planeta Tierra entero las vale, porque son esas ideas las que crean los mundos, y los mundos sin ideas tan extra-universales son lugares desiertos y sin posibilidad alguna de florecer jamás. Y esa es la verdadera riqueza de Simón José Antonio Bolívar, la de su espíritu. Así como también lo es de todos aquellos próceres y mártires que en realidad lideraron las revueltas, que financiaron con su oro la revolución, que además de eso batallaron y navegaron los mares, y derramaron su sangre entregando hasta su propia vida, ¿qué más muestra de nobleza y de grandeza que esa? Perseguían un ideal, acompañados por un gran pueblo, indígenas y negros y blancos, y cualquier otro cruce de etnias, mulatos y zambos y mestizos, al paso del lancero y en sus caballos, ancestros nuestros, todos los apellidos que forjaron esta Patria, esta Nación, pobres y ricos en una sola causa común, por eso digo que esta es nuestra herencia, ¿como para que después lleguen unos aparecidos a robársela y a mostrar prepotencia y soberbia y arrogancia y a decir que Cartagena brilla cuando es mentira y cuando no son ni siquiera dignos porque sus ancestros no aparecen en las tumbas de aquellas épocas de la documentación Independentista sino que son de otros territorios distantes? Por eso es que hay que poner a cada loro en su estaca, en su sitio, y si ellos no respetan hay que hacer que nos respeten.

Lo que llama la atención es que en ese momento era la juventud, siempre lo ha sido, la juventud del momento y siempre lo será, por eso hay que formar bien a la juventud sobre verdaderos valores y principios morales y éticos, no sobre la corrupción. Era la juventud Bolívar, Santander, Sucre, Córdoba, Mosquera, Padilla, Antonio Villavicencio, Urdaneta, Fernández de Madrid, y muchos más, entre 20 y 30 años de edad y hasta menos cuando empezaron la revolución contra la corona de Fernando VII, ni 30 años tenía Bolívar cuando empezó esta campaña, y cuando fue el Presidente de La República tenía 36 años, y cuando muere tenía 47 años, aún joven y malogrado, que podía dar más, sin embargo, habría que mirar si esta Patria lo merecía cuando querían matarlo gente carente de grandeza que nunca haría si nacieran varias veces lo que Bolívar hizo. Jóvenes ilustrados, con criterio, con elocuencia, sapiencia, carácter, que edificaron la Patria, que algunos murieron jóvenes, y que otros murieron viejos, que conocieron a Bolívar, y que aunque este muere joven, les deja el legado y la misión, tal como sucedió con Tomás Cipriano de Mosquera, que con fervor defendió el ideal de su Maestro, y luego, envejecido lo cede a Rafael Wenceslao Núñez-Moledo (Cartagena 1’825 – 1’894 Cartagena) para que lo siguiera ejecutando ayudando a coexistir a la Patria naciente dentro de las diferencias. No obstante, toda esta profundidad no es fácil de asimilar para muchos miles, y se quedan con el chisme y el bochinche, sobre todo los que heredaron las malas prácticas de la corrupción de otros ancestros que Bolívar hubiera fusilado. Sin embargo, actualmente contra eso luchamos los que seguimos el legado del Libertador en el siglo XXI.

Libertad y Orden Justo.

Por José Antonio Támara-León.

El Escribidor de La Loma del Diamante.

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