No confunda esperpento con obras...
¿Usted qué opina de la mala gestión que está haciendo el alcalde de Cartagena (Bolívar) elegido comprando votos y en la Registraduría con más de 40 investigaciones en la Fiscalía Dumek Turbay? ¿De cuáles obras es que habla la gente? ¿A qué le llama obras la gente? ¿A la mera fachada de unos proyectos con sobre costos que quedarán mal hechos y que incumplirán el contrato? ¿Dónde está la Contraloría y la Procuraduría? ¿Qué pasa que la Fiscalía tampoco adelanta las denuncias irrefutables de corrupción contra Dumek Turbay? ¿Ufanarse de echar cemento sin una planificación verdaderamente edificante es sacar adelante a la ciudad? ¿Acaso no es mejor pensar primero bien la ciudad dando prioridad a lo más importante y después echar el cemento? ¿De qué sirve echar cemento si antes no se arregla el alcantarillado y el servicio de agua potable y si gran parte de la ciudad sigue en la miseria y pobreza y no tiene para comer? ¿Es acaso inteligente echar cemento y después romper el concreto para hacer el alcantarillado? ¿No es eso acaso trabajar doble y despilfarrar los recursos públicos? ¿Será que tirar piedras en la costa de Cartagena es una alta planificación de ingeniería para hacer el Malecón? ¿Será que la gente no se da cuenta de la parafernalia y del parampampán de las supuestas obras que cuestan más de lo normal? ¿Acaso la ciudad de Cartagena se acostumbró a vivir de la apariencia? Hay una narrativa que sostiene que la gente cree cuando ve las obras. ¿Qué es una obra? ¿Un complejo deportivo mal hecho? ¿Dos brochazos al parque Espíritu del Manglar? ¿Echar cemento sin una verdadera estrategia de planificación? ¿Esas son obras? ¿Acaso no son también obras las que llenan el espíritu? ¿Acaso no son también obras la seguridad tanto policial y militar como alimentaria? ¿Acaso no son obras acabar con la desigualdad social y dar vida digna a los ciudadanos y buen sistema de salud y de educación? ¿No son obras enseñar valores morales y éticos y no perseguir al pobre que trabaja informalmente? La obra está en edificar el pensamiento, y edificado el pensamiento se edifica mejor la sociedad, y la sociedad edificada no permite que le vendan esperpentos como obras. Es así de sencillo.
Por TÁMARA-LEÓN.
El Escribidor de La Loma del Diamante.
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