En la palestra... Y ahí estaba el Poeta recitando sus versos. Y ahí estaba el Poeta cantando poesía. Y allá estaba el público extasiado escuchando al Poeta. ¡Las mujeres quieren un hijo tuyo Poeta!, gritó un Literato. ¡Tus palabras me embarazan!, gritó una mujer excitada. La voz melodiosa del Poeta mientras pronunciaba aquellos refinados poemas de amor. Ahí estaba el bohemio, en la palestra. La gran muchedumbre lo pedía a gritos. El estruendo producido a causa del magnánimo Poeta: Hacía reflexi